Quebrantar las leyes de tráfico tiene consecuencias para todos los conductores hasta el punto de que una infracción le ha costado su cargo al magistrado del Tribunal Constitucional (TC) Enrique López, quien presentará hoy su dimisión al presidente de este órgano, Francisco Pérez de los Cobos, después de que ayer diera positivo en un control de alcoholemia al que la Policía le sometió después de ser interceptado por ir circulando con su moto sin casco y en el que cuadruplicaba la tasa permitida en la ley.
López señaló que, desde el principio, había manifestado que asumía lo ocurrido, así como sus consecuencias, y que la renuncia es un efecto directo de estas decisiones. Por ello, el magistrado, designado a propuesta del PP en junio de 2013, abandonará su cargo como miembro del tribunal de garantías y así se lo comunicará a Pérez de los Cobos.
Los hechos ocurrieron sobre las 07,30 horas de la mañana de ayer, cuando agentes de la Policía Nacional pidieron al juez que se detuviera cuando circulaba en su moto por el Paseo de la Castellana de manera indebida ya que iba sin casco y se saltó un semáforo en rojo en la confluencia de esta arteria con la calle Vitruvio. Entonces, una unidad de la Policía Nacional le dio el alto y, al momento, evidenciaron que el magistrado iba ebrio.
Al no tener competencias sobre este área, los agentes dieron aviso de los hechos a la Policía Municipal, que se personó en el lugar para someter a López a un control de alcoholemia, en el que dio positivo. Tras siete intentos, en los que el juez no sopló correctamente en el dispositivo, la prueba registró 1,12 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, cuando la tasa máxima para los particulares para manejar vehículos de motor es de 0,25 miligramos por litro. Una segunda prueba de contraste, 18 minutos más tarde, ofreció un resultado inferior, pero también ilegal: 0,98 miligramos de alcohol por litro de aire.
El juez no fue detenido por este supuesto delito contra la seguridad vial, que será instruido y juzgado por el Tribunal Supremo debido a la condición de aforado del magistrado. El retenido pudo marcharse a su casa tras someterse a las pruebas de alcoholemia aunque su motocicleta quedó precintada ante la imposibilidad de que el miembro del Constitucional la condujera.
Carrera truncada
El togado fue designado como magistrado en el Tribunal Constitucional a propuesta del Gobierno en junio de 2013 después de seis años de vetos del PSOE en contra de que éste formara parte del tribunal de garantías que, por su parte, consideró un «asunto privado» la conducta de López. Así lo señalaron fuentes de este órgano, que no tiene previsto realizar ninguna comunicación pública.
Sobre la dimisión, el portavoz de Jueces para la Democracia, Joaquim Bosch, aseveró ayer que se trata «de una decisión necesaria, forzada por la naturaleza del cargo y por las previsiones legales», mientras que el portavoz de la asociación judicial Francisco de Vitoria, Marcelino Sexmero, indicó que si un magistrado del TC participa en un delito lo adecuado es presentar su renuncia.
