Partidos como el de ayer en La Albuera son de los que se disfrutan. El encuentro entre el Unami y el Palencia –salvando la primera media hora, muy gris– tuvo todos los ingredientes para que, al final, los espectadores se marchasen con un buen sabor de boca, sobre todo los segovianos, que vieron a su equipo lograr los tres puntos en un final de infarto, marcando el definitivo 3-2 en el minuto 93.
A pesar de que el desenlace mereció la pena, el inicio del partido no fue bueno. Los ataques perdían peligro conforme se acercaban a ambas áreas, hasta que en el minuto 6 llegó la primera ocasión clara para el Palencia, por medio de un centro desde la izquierda de Serrano, que fue cabeceado por Sunny. Pero su remate picado se marchó demasiado alto tras el bote sobre el césped.
Tras esta ocasión los palentinos tomaron algo más la iniciativa, presionando la salida del balón desde atrás del Unami. Pero no tardaron en recuperar la posesión los de Tito Domingo, si bien no lograron profundizar con peligro hacia la puerta de Alberto, quien no tuvo que emplearse en ninguna acción, al igual que su homólogo en la portería segoviana.
El encuentro transcurría de un lado al otro, sin un dominador claro, aunque con los azules más animados a la hora de adelantar las líneas, intentando hacer llegar balones a Juanlu. Tampoco ayudaba el estado del césped para montar contragolpes, ya que la lluvia hizo que el campo se volviera muy pesado.
Aún así, el peligro del Palencia en sus pocos ataques se hacía notar. De esta manera, el el minuto 24 una centro de Álvaro desde la derecha –donde mejor jugaban los visitantes– sobrepasó a Mario, pero Sunny no llegó a rematar a puerta vacía.
Mientras, seguidamente Quino dispuso de un disparo que se marchó muy cruzado. Una ocasión que sirvió como anticipo de una buena internada de Seta, que estuvo a punto de ganar el balón dentro del área, pero llegó antes el central Héctor al corte.
Hasta que en el minuto 35 Sunny no perdonó esta vez, y adelantó al Palencia tras una jugada personal que, con un par de recortes, ganó el área y se sacó un disparo duro y raso, que batió a Mario.
El gol dejó tocados a los segovianos, que en ningún caso estaban siendo inferiores a su rival. Pero la calidad individual del conjunto visitante, aunque llegase a cuentagotas, prevalecía ante la insistencia del los locales.
A pesar de todo, en los instantes finales de la primera parte el Unami tuvo dos ocasiones claras para marcharse al descanso con el 1-1, pero Otero no acertó con su disparo tras deshacerse del portero desde la izquierda y, tras el consiguiente saque de esquina, Laruso desde el área pequeña no llegó a rematar.
Y aún hubo alguna más para el Unami, con una jugada de Álex desde la izquierda; y un mal despeje del palentino Félix, que acabó rebotando en el larguero, justo antes del pitido final del árbitro.
El Unami tenía toda la segunda parte para redimirse. Pero fue el Palencia quien empezó a poner en aprietos a los de casa, con contínuas llegadas al área, a punto de marcar el segundo. En el minuto 55 Miguel recibió un fuerte golpe, que le obligó a abandonar el campo, sustituido por Kiko.
Tras este cambio comenzó a llover con bastante fuerza, complicando aún más el juego. El Unami, tímidamente, fue más arriba, y fruto de ello llegó el gol del empate. Lo logró Juanlu desde dentro del área, con un disparo a puerta que rebotó en un jugador del Palencia antes de convertirse en gol. El centro lo puso Kiko.
Y solo 5 minutos después, con el Unami volcado, los azules obtuvieron su justa recompensa con el 2-1. Lo logró de nuevo Juanlu, tras definir a la perfección ante el portero, después de recoger un buen centro de Álex.
El sol salió sobre La Albuera –metafórica y literalmente– y ahora le tocaba al Unami jugar con la cabeza fría. A punto estuvieron los visitantes de empatar con un tiro a bocajarro de Bueno, bien repelido por Mario. Por su parte, los azules dispusieron de una nueva ocasión de Juanlu, cuyo disparo acabó en las manos de Alberto.
El encuentro estaba muy abierto, y quizás al Unami le faltaba algo de tranquilidad a la hora de mantener el balón. Y en una de las acometidas del Palencia, llegó en el 85 el 2-2 de Sunny, de cabeza.
Después, el tercer gol pudo haber caído por cualquier lado, pero Maroto por los locales; y Edu Vallecillo por los visitantes, no estuvieron acertados.
Pero todavía le quedaba un cartucho por utilizar al Unami, reservado para su uso en el tiempo de añadido. Y la mecha la encendieron entre Lastri, Quino y Otero. El primero fue quien montó el contragolpe; el segundo lo continuó, con maestría a la hora de esperar la llegada desde atrás su compañero Otero, encargado de mandar el balón al fondo de la portería para desatar el delirio en las gradas.
