Poco más de una semana después de que se archivara la denuncia interpuesta contra él por un posible delito de malversación de caudales públicos, el presidente del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), Carlos Dívar, dio ayer sus primeras explicaciones. En su comparecencia, aseguró que no ha cometido «ninguna irregularidad» en relación con los gastos de una veintena de viajes a Marbella (Málaga) por valor de casi 13.000 euros, al tiempo que rechazó que utilizara dinero público en lujosos hoteles y restaurantes durante sus estancias, que justificó por la necesidad de conciliar su «actividad pública» con su «presencia» en la provincia donde nació.
El dirigente, que fue denunciado el pasado mes de mayo por José Manuel Gómez Benítez, vocal del CGPJ ante la Fiscalía, aseguró que lamenta «profundamente» que estos «acontecimientos» hayan dañado «la imagen de la Justicia española y de las instituciones», aunque agregó que, en ningún momento, se ha planteado dimitir. «Tengo la conciencia absolutamente tranquila. No he cometido ninguna irregularidad jurídica, ni moral, ni política», aseveró, para añadir que está dispuesto a comparecer ante el Congreso de los Diputados si así se lo solicitan.
Asimismo, destacó que siempre ha «disociado» la parte de los gastos de los viajes que corresponden a actividades particulares de las oficiales y que, además, nunca ha «eludido las normas de control y fiscalización» del propio CGPJ, al tiempo que anunció la aprobación de un plan de transparencia para superar la actual normativa que data de 1996 y que reconoce que está «desfasada».
Dívar también enfatizó que los gastos protocolarios de sus viajes son similares a los de otros presientes de poderes del Estado e insistió en que algunos tienen carácter reservado y no tiene que dar publicidad de ellos.
Según reconoció, esta situación le produce «amargura y preocupación» porque añade «un elemento de incertidumbre y desconfianza» en unos momentos en los que nuestro país afronta una grave crisis económica y precisa de la «fortaleza» de las instituciones democráticas.
También adelantó que lo ocurrido le ha causado «un quebranto» personal, que comparece públicamente cuando cree que era adecuado y que no se siente «mermado ni disminuido» para continuar con su función.
De este modo, el máximo responsable del CGPJ explicó que los viajes a Marbella han sido «uno cada dos meses» entre 2008 y 2012 y no se ha hospedado en hoteles de lujo, sino de cuatro estrellas y a un precio bastante más bajo para lo que suele ser esa zona.
Además, insistió en que ostenta la Presidencia de uno de los poderes del Estado «durante las 24 horas del día» y en que tiene que aprovechar los fines de semana para viajar a su lugar de origen, porque en otras fechas sus obligaciones se lo impiden.
Al ser preguntado por la identidad de las personas con las que ha compartido mesa en determinados restaurantes durante sus estancias en la ciudad malagueña, Dívar afirmó «rotundamente» que la persona con la que se reunió tenía carácter público y oficial y no respondieron a «relaciones personales».
