El Santísimo Cristo del Caloco cuenta con una gran cofradía situada en El Espinar. La asociación registra cerca de 2.000 esclavos, que forman parte de la Cofradía y que, según afirma Servando Hurtado, secretario de la agrupación, mantienen la base principal de las fiestas a nivel espiritual.
La Cofradía de Caloco tiene su origen en 1529. Por aquel entonces la villa era conocida como Aldea del Caloco y se veneraba a la Virgen del Caloco. No fue hasta 1618 cuando desde el Vaticano se permitió cambiar la imagen por la del Cristo. Desde entonces, el fervor hacia la imagen cobró una mayor fuerza, que ha seguido aumentando tanto en miembros como en intensidad, hasta nuestros días.
De esta primera etapa histórica de la Cofradía se conservan documentos originales en los que se describe el calendario de actos que se llevaron a cabo en ese primer año tras la fundación de la Cofradía de la Virgen del Caloco, y que, precisamente este año, se ha impreso en los calendarios que cada año se reparten a los miembros.
“La veneración de esta Cofradía es a Cristo Jesús, pero es la imagen del Santísimo Cristo del Caloco la que cosecha mayor veneración”, aclara Hurtado.
Para los esclavos son días especialmente emotivos e intensos, pero la frenética actividad comienza quince días antes de los festejos, pues son ellos, los miembros de la organización religiosa, los encargados de que todo lo necesario esté a punto para las actividades de carácter espiritual.
Respecto al papel que juegan los cofrades en estos actos, el secretario es muy claro: “Las actividades religiosas son la base principal de las fiestas y mantienen la esencia de la Exaltación de la Cruz”.
Tras el pistoletazo de salida de la festividad, las misas, procesiones y novenas se suceden sin descanso y la Cofradía del Santísimo Caloco juega un papel fundamental en estos actos.
En El Espinar existen varias cofradías. “En un lugar con tanta historia como éste, se registran gran cantidad de cofradías”. Sin embargo esta es la del Santísimo Caloco, la que consigue agrupar a un mayor número de esclavos y mayores pasiones.
Dentro de la jerarquía de la organización religiosa, existe un título que supone un especial honor ostentar, todos los esclavos aspiran a ser esclavo mayor, sin embargo, solo uno puede llegar a serlo y resulta complicado conseguirlo. Este cargo de responsabilidad preside juntas, misas y procesiones, además de contar con la capacidad de desempatar las decisiones sometidas a voto.
Actualmente el esclavo mayor de la Cofradía es José Antonio Gómez Pérez, un cofrade de toda la vida, veterinario de profesión y tradición familiar que llegó a ejercer en Las Ventas. Este afortunado octogenario cuenta que era su ilusión desde siempre llegar a ocupar este puesto, finalmente lo ha conseguido y lo asume con orgullo y emoción.
Uno de los grandes momentos del programa festivo y también de mayor importancia para la agrupación, son las romerías y procesiones. Una de ellas tuvo lugar el pasado martes por la mañana. No parecía acompañar el tiempo puesto que el día amanecía con mucho viento y también ánimo de tormenta, finalmente la meteorología dio un respiro a los feligreses, dejando que saliera el paso, tal y como estaba previsto, aunque con algo de retraso, incluso se ha podido subir a los niños a las andas, uno de los momentos con mayor tradición dentro del paso.
