Las carreteras de Castilla y León soportan cada vez más el paso de un mayor volumen de mercancías, lo que choca con la política de la Unión Europea que apuesta por el crecimiento del ferrocarril, que sigue sin ganar cuota de mercado. De hecho, unas 416.500 toneladas circulan cada día por la red viaria de la Comunidad y con una tendencia creciente, gracias al tirón de la actividad económica de España.
Sus 94.226 kilómetros cuadrados convierten a Castilla y León en una comunidad extensa y, por tanto, con una gran red de carreteras, que sirve de paso a las mercancías en su viaje desde los puertos del Atlántico y el Cantábrico hacia el centro del país o, incluso, hacia el corazón de Europa. También, es puente para los flujos de norte a sur, a través del oeste peninsular, e incluso con el este.
Todo ello hace de Castilla y León un gran centro de operaciones para el tráfico de mercancías, sobre todo, por su cercanía a Madrid, pero también por ser frontera con Portugal y la cornisa cantábrica. De momento, la carretera no encuentra rival y deja poco margen al ferrocarril, así como a los cuatro aeropuertos, que transportaron sólo en el primer semestre 2,89 toneladas.
La primera mitad de 2023 arrojó un balance positivo para el transporte por carretera de mercancías, puesto que el sector movió un 2,25 por ciento más, hasta rozar los 75 millones de toneladas, de acuerdo a los datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, consultados por Ical. La actividad se intensificó entre enero y junio de este año en la Comunidad, registrando una de las cifras más elevadas de los últimos ejercicios, si bien parece que el segundo trimestre ha mostrado un cierto estancamiento.
La carga de trabajo de los transportistas presentó un mejor comportamiento en el primer trimestre en España que en Castilla y León. Por el contrario, en el segundo, el sector conservó un avance todavía positivo en la Comunidad, con un crecimiento de tan sólo el 0,68 por ciento.