La Gimnástica Segoviana, que en la jornada se ayer se movía en el alambre de no saber si estaba en un bache por no ganar desde octubre, o remontando después de tres empates consecutivos, cayó ayer por el lado del mal momento, superado por la Real Sociedad B pese a hacer un esfuerzo ingente bajo el vendaval de Zubieta, pero castigado enormemente por carecer de la pegada suficiente en la primera parte, y por una doble amarilla a Juan Silva que dejó al conjunto gimnástico jugando con uno menos durante más de una hora. Y eso, que en Tercera División no deja de ser un accidente, y en Segunda RFEF es un peligro, en Primera RFEF es directamente un suicidio.
Pedía Ramsés Gil en la previa del encuentro que no soplara demasiado el viento para que ambos conjuntos pudieran desarrollar su juego, pero Eolo no tuvo compasión, y sopló con fuerza antes, durante y después del partido, condicionando sin duda el juego puesto que en la primera parte, soplando a favor de la Segoviana, provocó que el equipo visitante controlara bastante bien a su rival, pero en el segundo tiempo ayudó de firme a los donostiarras a poner cerco a la portería de Oliva.
El equipo azulgrana fue mucho mejor que su oponente en una primera parte en la que faltó acierto para ponerse por delante en el marcador
El enfrentamiento arrancó con un ritmo alto de juego, lo que deparó muy pronto las primeras ocasiones. A los tres minutos Diego Gómez estuvo cerca de inaugurar el marcador tras una falta peligrosa a favor de los azulgranas que tras un primer remate de Astray, dejó el balón muerto para que el delantero de Trescasas disparara desde la frontal del área, pero el esférico se marchó rozando el palo izquierdo.
La Segoviana había comenzado bien, pero en la primera llegada con verdadero peligro del rival llegó el 1-0. Antes de cumplirse el primer cuarto de hora, en una acción a balón parado Mikel Rodríguez se sacó un zapatazo enviando el balón a la escuadra de un Oliva que no pudo hacer nada para evitar el 1-0.
Pero a la Gimnástica no le cayó mal el gol, y fue empujando al filial hacia su área, completando unos buenos minutos. Astray botó una falta que obligó al guardameta a enviar a córner, y en el saque de esquina botado por Fer Llorente la defensa de la Real B no supo sacar la pelota, que Juan de la Mata cedió con buen criterio para que Rubén ajustara su lanzamiento a la base del poste derecho de la portería local.
MEJORES INCLUSO CON UNO MENOS
Poco más tarde, y con los locales acusando el golpe, Davo estuvo a punto de culminar la remontada con un duro lanzamiento desde dentro del área tras superar la marca de su defensor que salvó ‘in extremis’ el meta local Aitor Fraga. La Segoviana había despertado y estaba haciendo su mejor fútbol, pero ya se sabe que la alegría en casa del pobre suele durar poco…
… Y no se había cumplido la primera media hora de partido cuando Silva llegó tarde a un balón dividido y el árbitro no se lo pensó dos veces a la hora de mostrarle la segunda tarjeta amarilla. El hecho de tener el viento a favor hizo que la inferioridad numérica no se notara tanto hasta el descanso, y Diego Gómez tuvo el segundo gol visitante, pero sacó un defensor bajo palos. En el minuto 34, Astray puso a prueba los reflejos de Aitor Fraga, que detuvo el balón sobre la línea en un lanzamiento de falta directa. Ya no hubo más ocasiones hasta el segundo tiempo, salvo un buen remate de Orobengoa que sacó Oliva con el pie.
Asistida por el viento, la Real B fue más efectiva tras el descanso y los dos goles en dos minutos pusieron la inevitable sentencia
Tras el paso por los vestuarios, el filial donostiarra saltó al campo decidido a revertir la situación y a por la victoria, apoyado por el viento que en esta ocasión le soplaba a favor, protagonizando las primeras ocasiones de gol del segundo periodo, siendo la primera de Ochieng, que se le fue alto y la segunda para Mariezkurrena, que también perdonó. A la Gimnástica Segoviana, con el viento en contra, le costaba mucho superar la línea central y comenzaba a echar de menos a Sergi Molina, lesionado con un esguince de tobillo en el último entrenamiento antes de salir para San Sebastián, porque en el eje de la defensa se necesitaba de la fuerza y la anticipación que le pone el central alicantino.
EL CASTIGO LLEGÓ EN DOS MINUTOS
En el minuto 62, la Real B envió un balón al palo, y poco más tarde los jugadores del filial encontraron la definitiva vía de agua en la defensa azulgrana para dejar liquidado el partido. Mariezkurrena puso el 2-1 tras rematar un centro y, sin tiempo para reaccionar, Iñaki Rupérez elevaba la diferencia hasta los dos tantos aprovechando la fuerza del viento en un lanzamiento lejano.
El castigo había sido mayúsculo para una Segoviana que hasta entonces se había defendido con acierto, pero ya no atacaba con tanto peligro, y a la que el paso de los minutos no ayudó a mejorar. Cuando se enfilaba la recta final del partido, el colegiado castigó con penalti una acción de Fer Llorente dentro del área. Mikel Goti no falló desde los once metros y puso el 4-1. Tellechea tuvo en sus botas el segundo para los de Ramsés, pero no estaba el día de cara, y aunque el partido llegó a los últimos minutos completamente roto, con opciones de gol para ambos equipo, ninguno fue capaz de cambiar el resultado final. La Segoviana se encuentra en un tramo de la temporada en la que necesita hacerse muy fuerte en casa para no descolgarse en la clasificación, habida cuenta de los partidos tan irregulares que está jugando en estas últimas jornadas. No hay mal ni bien que cien años dure, pero hay que invertir la tendencia cuanto antes.
RAMSÉS
Era evidente el disgusto en la cara de Ramsés Gil al finalizar el encuentro, pero no por el trabajo de sus jugadores, “porque hoy es uno de esos días en los que más orgulloso estoy de lo que han hecho en el campo”, sino porque la Segoviana se encuentra en un momento de la temporada más que complicado “en los que parece que todo se te pone en contra”, con el hecho de tener que jugar una hora con un jugador menos y con el viento en contra durante todo el segundo período.
“Jugar con un hombre menos en un partido como este donde tienes el elemento del viento que incomoda tantísimo y sobre todo sabiendo que la segunda partida con el viento en contra pues te condiciona, pero como cualquier otro partido. Esta categoría no perdona a nadie, y jugar con uno menos es capital. Pero los jugadores se han dejado todo en el campo, han hecho una primera parte extraordinaria para habernos ido ganando incluso holgadamente al descanso pese a la expulsión, y en la segunda parte hemos peleado muy bien, en un contexto de partido incomodísimo, no solo por estar con uno menos, sino con el vendaval de viento que era malo para ellos y malo para nosotros. La realidad es que incluso con el 2-1 estás en el partido. El 3-1 en dos minutos ha sido un castigo muy cruel para nuestro trabajo”.
