El Viveros Herol Nava agravó su crisis con una derrota en la pista del Balonmano Alcobendas por 39-37 después de tener el partido absolutamente controlado con el 22-27 a trece minutos para el final. Una desconexión impropia de un equipo de la máxima categoría acabó con las esperanzas naveras de lograr por primera vez su clasificación para la Copa del Rey.
Los dos equipos tenían en mente escribir una brillante página en sus respectivas historias, ya que una clasificación para la Final a 8 de la Copa no se consigue todos los días. Y por ello ambos pusieron mucho interés en las labores defensivas, aunque el equipo local se pasara de énfasis en las primeras acciones del duelo. Tanto fue así que apenas superado el primer minuto ya tenía a un jugador excluido, y en el séptimo Anthony Pinto veía la tarjeta roja por regalarle un golpe a Isaías en una acción de lanzamiento por parte del lateral petrerí.

Estas dos exclusiones bajaron las revoluciones de la defensa del Alcobendas, y el Viveros Herol pudo comenzar a respirar después de ver cómo en sus ataques iniciales las salidas a los laterales dejaban pocas opciones de circulación. Nico Bonanno acertó en sus dos primeros lanzamientos para calmar las aguas tras el 2-0 inicial, pero en cuanto Dani Pérez erró un contragolpe más que diáfano ante Fuentes, quien más quien menos comenzó a pensar que al BM Nava se le iba a atragantar el partido por su falta de acierto en los ataques.
Si no marcas, no ganas.
Y no es que se erraran lanzamientos de nueve metros, que nadie es infalible, sino que el conjunto de Álvaro Senovilla comenzó a sumar errores de lanzamiento (o acierto del portero, como se quiera ‘vender’) en remates claros desde los seis metros. Y eso no deja de ser un lastre muy pesado en cualquier partido, y ante cualquier rival sea de la categoría que sea. Porque el sacrificio defensivo era innegable en el 6:0, pero se veía lastrado por los errores, demasiados para un equipo de Liga Asobal, en lanzamientos cercanos al marco.

Pese a ello tuvo su momento el Balonmano Nava, que mediada la primera parte cogió el mando en el marcador, llegando a adquirir una renta de dos goles que, sin significar nada, sí ponía en evidencia que estaba haciendo bien las cosas en defensa. Pero bastó con que Gonzalo Carró hiciera ademán de cerrar las piernas y la bola le diera en una de ellas, para que su segunda exclusión le cambiara la cara al equipo visitante, que dos minutos más tarde recibió la exclusión de Óscar Marugán.
Dos lanzamientos claros desde los seis metros que Sasha Tioumentsev envió al portero local determinaron la llegada de la prórroga en la que los madrileños fueron muy superiores
Los cuatro minutos consecutivos en inferioridad le hicieron daño al Nava, que pasó de liderar el marcador a verse por detrás. Subido en la ola buena, el Alcobendas terminó llegando al descanso con un 14-13 favorable.
La segunda parte no parecía comenzar mejor para los intereses del conjunto segoviano, pero en cuanto la defensa volvió a entonarse, y Buda enlazó un par de paradas, las tornas volvieron a cambiar. Y más cuando Mario Nevado marcó el 19-20 con el equipo en inferioridad y al borde del pasivo, dando inicio de esta manera a los mejores minutos del Balonmano Nava, que en apenas cinco minutos pasó de tener una renta de un gol, a subir la diferencia a cuatro, que fueron cinco a poco más de diez minutos para el final.

Pero apenas dos minutos de desconexión bastaron para volver a meter a Alcobendas en el encuentro. Un gol ‘raruno’ y dos pérdidas absurdas en ataque propiciaron un parcial de 3-0 que enardeció a la grada y dejó al borde del abismo a un Viveros Herol Nava que de nuevo se atascó en ataque, pero que en defensa tampoco fue capaz de sumar demasiadas acciones positivas.
Dos errores calcados.
Pese a ello, el equipo se aguantó en el marcador (28-30 en el minuto 55) hasta que a tres minutos para el final Nico Bonanno era excluido y Alcobendas empataba el partido. Aun así el Balonmano Nava logró sobreponerse y tuvo un ataque para volver al +2 a poco más de un minuto para el final, pero Tioumentsev estrelló el balón ante Fuentes en los seis metros, en una acción que se vivió por dos veces, la última a cinco segundos para el final, cuando con 32-32 de nuevo el portero madrileño paró al veterano central navero el que habría sido el gol de la victoria.
Lo que pasó en la prórroga ya estaba cantado. El Alcobendas, de atrás hacia delante, pasó por encima de un Viveros Herol Nava que agravó su crisis con un horrible final de partido. La temporada 24/25 se está haciendo eterna.
