Ya no hay duda. El culebrón municipal del verano tiene un nombre propio: Círculo de las Artes y la Tecnología (CAT). Desde la paralización de las obras hace poco más de dos meses por la liquidación de la empresa Volconsa [adjudicataria del proyecto], no ha pasado semana sin novedades. Y mientras que desde el grupo socialista del Ayuntamiento de Segovia se han lanzado, insistentemente, señales de SOS al Ministerio de Industria [financiador del CAT], los populares no han parado de asegurar que si el proyecto hace ahora aguas es por la “mala gestión” del equipo liderado por Pedro Arahuetes.
Con la finalización del CAT en el alero, la polémica está todavía lejos de amainar. Ayer, en la Junta de Gobierno Local, se ratificó una resolución de Alcaldía en la que se aprobaba la entrega de documentación para la justificación de la ayuda recibida a lo largo del año 2013. “Es la última justificación que debíamos presentar al Ministerio de Industria”, quiso aclarar Arahuetes en la posterior rueda de prensa, recordando que el plazo expiraba hoy, 30 de agosto.
A preguntas de los periodistas, el regidor reiteró que el Ayuntamiento ha justificado ya siete millones de euros, y que dispone, en una cuenta corriente, de 3.831.000 euros, pendientes de que el Ministerio de Industria adopte una decisión sobre su destino. Dicho dinero, ahora quieto, podría dedicarse al pago de las obras que faltan en el primer edificio del CAT, el Centro de Innovación y Desarrollo Empresarial (CIDE) o, por el contrario, tendría que ser devuelto al Ministerio de Industria. “Si nos requieren ese dinero, lo devolveremos”, avanzó Arahuetes.
Sea finalmente una y otra opción, el alcalde arremetió contra la política de “oídos sordos” del Ministerio de Industria, asegurando que lleva tres meses esperando concertar una entrevista para abordar el futuro del CAT.
En cualquier caso, Arahuetes dio ayer muestras de que el grupo socialista no está dispuesto a dejar morir el proyecto, anunciando que la próxima semana, una vez resuelto el contrato con la empresa ‘Volconsa’, se aprobará un decreto, con carácter de urgencia, para llevar a cabo actuaciones en el edificio, con el objetivo de “evitar que se pierda lo ya ejecutado”. De acuerdo a las estimaciones realizadas por el concejal de Empleo y Tecnología, Javier Giráldez, el edificio está ejecutado en un 91%. Según el grupo socialista, las obras pendientes no se prolongarían más allá de “cuatro o cinco meses”.
“No queremos tener la obra paralizada”, añadió el alcalde, que incluso dio un paso más, avanzando que, en caso de no lograr entablar conversaciones con el Ministerio de Industria para hallar una solución negociada, el Ayuntamiento estaría dispuesto a asumir en solitario el coste de la última fase del proyecto, cuyo presupuesto superaría un millón de euros.
Arahuetes reveló que el grupo socialista cuenta con varias ‘hojas de ruta’ para culminar el CAT. En caso de que se cumpla “la peor opción”, entendiendo como tal aquella en la que el Ministerio de Industria se desentienda del proyecto, el Ayuntamiento estudiará cómo financiar las obras. Y si el desembolso en un único ejercicio, supone un grave quebranto para arcas municipales, detrayendo fondos para otras inversiones urgentes, los socialistas no cierran la posibilidad de acometer la actuación en dos años.
