El Viveros Herol Nava se está haciendo mayor a pasos agigantados, sigue sin ver el techo de su crecimiento, y en la mañana del domingo dio un nuevo paso adelante ganando el encuentro, duro y complicado, que le enfrentó a un Bidasoa Irún que compitió con todas las armas de las que fue capaz hasta que, a ocho minutos para el final del partido, se le vino encima el intensísimo mes de octubre que ha tenido que afrontar y que le ha dejado en el límite físico. El trabajo incansable de todo el equipo, con momentos muy buenos de Luis de Vega y Yeray Lamariano en la portería, más los ramalazos de Isaías Guardiola y Pablo Herranz y, sobre todos ellos, el partidazo de Borja Méndez, doblegaron a un oponente que dignificó el partido hasta el final.

El primer tiempo jugado por el Balonmano Nava fue prácticamente perfecto, con un ataque bien llevado por Borja Méndez buscando cerrar la defensa sobre Pablo Herranz en el pivote, y así dejar el metro suficiente para que Isaías Guardiola pudiera anotar desde el lateral derecho, y en defensa con un fuerte 6:0 que impedía que el Bidasoa pudiera hacer gala de su lanzamiento desde los nueve metros.
Tan sólo durante un puñado de minutos el Bidasoa logró sacudirse el dominio en el marcador de un equipo local que lo aprovechó todo
Y a todo ello había que unir a un Luis de Vega que de nuevo se mostraba muy acertado en el marco, con paradas de todos los colores, incluyendo una doble a dos lanzamientos desde los seis metros que levantaron al público de los asientos de un pabellón Guerrer@s Naver@s que volvió a llenar sus gradas.
El Bidasoa se sujetó en el electrónico gracias a algunos momentos de inspiración de Leo Maciel en la portería más la aportación de Rodrigo Salinas y el acierto de los extremos, amén de un contragol que se mostró efectivo al principio, pero que poco a poco se fue haciendo menos efectivo por el repliegue defensivo del conjunto segoviano.

Álex Mozas se vio obligado a parar el partido en el décimo minuto con 7-4 para los locales, que habían entendido perfectamente lo que tenían que hacer en la ofensiva, y atascando cada vez más el ataque visitante, que en el estático normalmente acababa por los extremos, con mucha calidad en sus lanzamientos. El técnico del equipo vasco, poco más tarde cambió la defensa a 5:1 con Dariel García en el avanzado buscando poner más problemas a un ataque navero que estaba siendo muy efectivo, porque a pesar de que Maciel aguantaba un porcentaje de paradas más o menos aceptable, la realidad era que cada ataque segoviano terminaba con los de Senovilla celebrando un gol.
TENSANDO LA CUERDA
Minuto a minuto, el Balonmano Nava tensaba la cuerda y el Bidasoa aguantaba con una desventaja que le mantenía en el partido, pero que le obligaba a no cometer errores. Y cuando estos llegaron en un minuto de desconexión del conjunto visitante, llegó un parcial de 3-0 para los de casa que llevó el encuentro del 17-15 al 20-15,con el Balonmano Nava machacando al contragolpe y consiguiendo una renta que fue de cuatro goles con la llegada del descanso (21-17). Lo peor del partido para los naveros era que Mario Nevado acumulaba dos exclusiones, pero nada más.

Se esperaba una reacción visitante en el segundo tiempo, y ésta no tardó en llegar, con una defensa más expeditiva y con Jakub Skrzyniarz poniendo mucho de su parte en la portería, junto con un ataque con desplazamientos más largos para crear espacios en el centro que eran bien aprovechados por Julen Mújica y Asier Nieto.
Aguantó el Balonmano Nava el primer envite de los visitantes, aprovechando su trabajo defensivo para lanzar alguna que otra contra que le permitía respirar porque lo cierto era que el Bidasoa había elevado su nivel defensivo tras el descanso, y que la entrada de Skrzyniarz por Maciel en la portería le había hecho mucho bien.
LA GRANDEZA DEL RIVAL
Diez minutos tardó en el equipo de Álex Mozas en asomarse al partido, con un empate a 26 goles que dio paso a un intercambio de aciertos y errores. Tan pronto Bidasoa enlazaba un parcial de 2-0 como se lo devolvía el Nava, pero la tendencia del partido llevaba a pensar que en algún momento los visitantes se pondrían por delante, como sucedió con el 28-29 que marcaba Esteban Salinas pasado (por poco) el ecuador de la segunda parte.
Álvaro Senovilla: «Hemos tenido que trabajar muchísimo para ganar a este Bidasoa que siempre exige al máximo. Todo el mundo ha entendido muy bien el trabajo que debía hacer”
Eran los minutos importantes del partido, y en ellos volvieron a aparecer los jugadores curtidos en mil batallas. Tioumentsev devolvió las tablas al partido, y Yeray entró en la pista para amargar lo que quedaba de encuentro a los lanzadores amarillos, de azul ayer. Y Borja Méndez, siempre Borja, se sacaba goles de la chistera para meter el partido con máxima igualdad al tramo decisivo que auguraba un final incierto.
Álex Mozas: «“Sabíamos que el partido iba a ser muy duro para nosotros, en una pista en la que cada vez es más difícil puntuar y ante un rival que lo ha hecho muy bien”
Sin embargo, a ocho minutos para la conclusión, y con 31-31 en el electrónico, al Bidasoa se le pagó la luz, fruto quizá del cansancio acumulado tras varios partidos muy intensos. Así, el conjunto visitante sufrió unos minutos de desacierto ofensivo que fueron rentabilizados por el Balonmano Nava. El Bidasoa erró hasta cinco ataques consecutivos, dos de ellos directamente con pérdida de bola, y el equipo de Álvaro Senovilla no desaprovechó la ocasión de volver a poner tres goles de renta que se convirtieron en una montaña que su rival ya no pudo volver a ascender. El Viveros Herol volvió a celebrar una victoria delante de su gente, y sigue creciendo buscando un techo que todavía no sabe si tiene cerca o lejos.

