Es deprimente –por lo menos a algunos nos resulta- la política que se está llevando a efecto a cargo de los segovianos responsables de ella. La mayor parte de las declaraciones van encaminadas a ir en contra del opositor, y en ocasiones con tono de desprecio y desplantes, por lo que a los que no entendemos mucho del tema nos molesta esa a veces supuesta “superioridad” de los unos sobre los otros.
La política del gobierno municipal se destaca mucho en este aspecto, que suelen amparar algunos medios de comunicación en los cuales la preferencia se inclina siempre al aparentemente “más poderoso”, al que “más manda”, sin dar las mismas oportunidades al opositor, por lo que se utiliza mucho la palabra demagogia (RAE: “Dominación tiránica de la plebe con aquiescencia de ésta”). No es justo. Bien está que cada uno tenga una preferencia personal hacia determinado partido, pero el periodismo tiene la obligación de, al menos, dar iguales oportunidades a unos y a otros, para así aspirar a que sus informaciones sean creíbles.
Aquí se defienden a capa y espada las opiniones de unos, y afortunadamente no se sigue la actuación del máximo jefe del Gobierno, que deja abandonada a una de sus ministras en el momento que más falta hace sumarse al aplauso de los demás. Aplauso que, por cierto, debería estar prohibido en ambas cámaras, porque a veces parece aquello un circo más que un recinto donde se tratan y deben resolverse asuntos que afectan a todo el país y a todas las tendencias políticas. Porque tener que llegar una señora ministra (Carmen Calvo) a decir a otra (Ione Belarra), que “si no puede ser ministra de una monarquía parlamentaria…pues no puede ser ministra por honestidad y gallardía política”. Todo se aguanta con tal de estar en la “foto de familia” (por cierto, ¡qué foto de familia más “bien avenida” cuando se retrata el Gobierno!). Pero, no digamos mucho, porque también en nuestra ciudad eso de las fotos está tan de moda, que ya llegan a cansar las imágenes de siempre.
Y en la política general, se ve que en este país tomamos las manías o los temas que luego vamos manteniendo en vigor hasta que aparece otro. Porque primero fue el protagonismo de la presidenta de la Comunidad de Madrid; luego los comentarios diarios que se dirigieron a las “famosas” mascarillas del Ayuntamiento también madrileño, y ahora tenemos, entre primero y segundo platos, las “escuchas” de Pegasus…Esperemos una semana más a ver que llega nuevo. Aunque es de suponer que la dimisión de la señora alcaldesa provoque, como ya se están produciendo, las correspondientes y contradictorias opiniones. La mía, creo que siempre respetuosa, se ha venido conociendo a través de estos comentarios. La nueva etapa municipal parece ser, al cambio de alcaldesa, el primer paso para la precampaña de las elecciones del año próximo.
Y a la par de estas cuestiones, importantes a no dudarlo, he aquí tres buenas y recientes noticias a cargo de instituciones nacional y comunitaria. Por una parte, la firma del acta de inicio de las obras para la construcción del nuevo Teatro Cervantes (repito que es imposible la reconstrucción ni restauración contando con los escasos muros que existen, sino que se debería hablar de nueva construcción), según informa el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agencia Urbana (MITMA), con un presupuesto que supera los 10 millones de euros, que podrían haber sido algunos menos si la aprobación se hubiera hecho tiempo atrás, con lo que ya podrían estar muy avanzadas las obras, y no ahora que hay que esperar a que transcurran 42 meses (o sea, tres años y medio) para ver si al fin “resucita” el nuevo Cervantes.
De otra parte, el Ministerio de Cultura y Deporte acaba de aprobar también la licitación de las obras de conservación y restauración del retablo del altar mayor y cenotafios inmediatos a él de la iglesia del monasterio de Santa María de El Parral, del que es propietario. Y, finalmente, el consejero de Sanidad de la Junta de Castilla y León ha afirmado, en el Real Sitio de San Ildefonso, que la construcción del segundo Hospital en la ciudad se llevará a efecto en la presente legislatura. Y parece que ya hay “movimiento” en favor de tan deseada obra.
Ahora, a confiar en que todo esto llegue a ser cuanto antes una realidad, aunque habrá que esperar todavía bastantes meses…Como también para que el nuevo equipo de gobierno municipal se decida a abandonar el nuevo “faraónico” proyecto de estación de autobuses y se “anime”, como le están pidiendo, a resolver “cualquier embrollo urbanístico, jurídico o administrativo” sobre los terrenos que se expropiaron ¿hace…? para ampliar la estación actualmente en servicio.
¡Ah! Y perdonen que termine, pero voy corriendo en busca de mi móvil por si Pegasus le estuviera “hackeando”.
