Fuentepelayo ha abierto el telón hasta el próximo viernes. Cerca de 300 escolares participan desde ayer en la trigésima edición de la Muestra de Teatro Especial de Fuentepelayo, cuya particularidad es que durante varios días conviven en la localidad segoviana niños discapacitados junto a escolares normalizados, unidos por su afición por el teatro.
Este año son trece los grupos teatrales, tres más que en la última edición, los que toman parte en el certamen. Los grupos proceden de cinco provincias de Castilla y León (Segovia, León, Soria, Ávila y Burgos), y uno de fuera de la comunidad, de Villacarrillo (Jaén). Desde niños de 7 años hasta adultos de 50 toman parte en esta muestra de teatro especial, que además de permitirles pasar unos días de diversión, les ayuda en su desarrollo personal.
A las cinco en punto dio comienzo ayer en la Casa de Cultura de Fuentepelayo la primera representación de teatro del día, con la actuación del grupo La Algarabía, “Guerra y paz”, “una obra donde hablan genéricamente de la guerra y los motivos que la provocan, y los desastres”, comentó en los minutos previos uno de sus preparadores, Joaquín, quien añadió que es una obra “atemporal, sin ubicación física concreta”. Y el resultado fue brillante, con una visión particular de la guerra, muy bien representada por sus preparados actores.
En segundo lugar, subió al escenario la compañía Nuestra Señora del Valle, de La Bañeza (León), con “Coscorrón en la luna”, un grupo de discapacitados intelectuales, con falta de habla en la mayoría de los actores, que demostró sobre el escenario, que a veces, sobran las palabras. Una obra basada en el colorido de los trajes y en la música, que provocó el aplauso del público en varias ocasiones. El grupo San Miguel, de Fuentepelayo, cerró la primera jornada en la localidad, con la representación de “¡Aventuras en la selva!”. Escolares normalizados del municipio demostraron sus habilidades en el mundo del teatro. Además de mostrar su destreza como actores, aprovechan estos días para convivir con los vecinos de Fuentepelayo. “Tan pronto estamos en el teatro, como nos tomamos una caña, o damos un paseo”, afirma el director, Juan Cruz Serrano.