Un ejemplar de ‘El perfecto artillero’, escrito por José María Firrufino en 1642 al lado de la ‘Principia Mathematica’ de Newton son los primeros libros que el visitante puede ver al iniciar el recorrido de la exposición ‘El valor de la innovación’, que muestra en las salas del Torreón de Lozoya la evolución de la ingeniería militar en España en el campo de la Artillería. Los dos libros simbolizan a la perfección el espíritu militar e ilustrado del arma, iniciado en Segovia hace 250 años con la creación del Real Colegio de Artillería.
Desde el pasado 11 de abril, centenares de personas han visitado una muestra que apura ya sus últimos días cara al público, ya que será oficialmente clausurada el 31 de agosto. Por ello, aún es posible dedicar un rato de tiempo a disfrutar de una exposición que combina perfectamente la didáctica con el rigor histórico, lo que permite al espectador contemplarla sin necesidad de ser un experto conocedor en la materia militar o artillera.
La exposición se estructura en cinco apartados distribuidos por las distintas salas del Torreón de Lozoya. A la entrada, la exposición detalla con imágenes y documentos los precursores del Real Colegio de Artillería, así como las réplicas a escala de algunas máquinas empleadas para la formación de los alumnos en los primeros años de vida del centro de formación militar. Asimismo, puede verse también la esmerada preparación que los artilleros de la época recibían en materias tan dispares como la física, la química, o especialidades como la óptica o la balística. Prueba de esta preocupación por la preparación de los futuros artilleros es la presencia del químico Louis Proust, que formuló su ‘Ley de las Proporciones Definidas’, que sentó las bases para el desarrollo de teorías vinculadas al desarrollo atómico casi un siglo después.
La muestra dedica también buena parte de su espacio a analizar la creación y posterior desarrollo de las fábricas militares, que durante decenios constituyeron en España una verdadera cantera de oficios de los que no sólo se aprovechó el Ejército, sino también la entonces incipiente tejido industrial español. Todo ello, complementado con detalles como la evolución del armamento y el material artillero, cristalizado en detalles como la exhibición del mítico fusil Mauser 1893 —desarrollado en Oviedo bajo la patente alemana y que consiguió superar en calidad y longevidad a su precursor— o la exposición de los distintos modelos del fusil de asalto creado en la década de los 50 del pasado siglo por el Centro Español Técnico de Materiales Especiales (CETME), de cuyas siglas recibe su nombre y que ha evolucionado hasta el actual modelo que se emplea en las Fuerzas Armadas.
La exposición recuerda también la labor de la Escuela Politécnica Superior del Ejército (EPSE), en la que se han formado los cuadros de mando del cuerpo de Ingenieros del Ejército de Tierra desde 1952, con nombres tan ilustres entre sus alumnos y profesores como los generales Alejandro Goicoechea
—creador del TALGO— y Fernández Ladreda, uno de los principales impulsores de la industria militar del siglo XX.
La última de las salas está dedicada al futuro del desarrollo tecnológico y formativo de las Fuerzas Armadas, donde el uso de las nuevas tecnologías permite ya poder aplicar sistemas de formación virtual, algunos ya aplicados con éxito como el Simulador de Artillería de Campaña (SIMACA) con el que cuenta la Academia de Artillería desde hace casi una década y que permite recrear escenarios y prácticas de tiro en condiciones reales.
HÉROES Y FOTOGRAFÍA ANTIGUA, PROPUESTAS TAMBIÉN EN VIGOR
Además de la exposición sobre ingeniería, el 250 aniverario de la Academia de Artillería deja al público la posibilidad de disfrutar de otras dos interesantes exposiciones que muestran otras facetas distintas relacionadas con la historia artillera en Segovia. Así, el Alcázar ofrece hasta el 31 de agosto en horario de visita al monumento la exposición ‘Héroes de la Artillería’, con la que el Archivo General Militar de Segovia se suma a esta conmemoración con una recopilación de documentos y recuerdos relacionados con algunos de los más ilustres artilleros que han paasado por Segovia en estos dos siglos y medio de trayectoria.
Con más tiempo, el Museo Rodera Robles ofrece hasta finales de ño una exposición de fotografía que refleja a través de más de un centenar de imágenes procedentes de los fondos de la biblioteca de la Academia de Artillería y de colecciones privadas estampas relacionadas con acontecimentos cotidianos que reflejan la estrecha convivencia entre la Artillería y
Segovia.
