Después de días corriendo bulos y desmentidos, el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, anunciaba este viernes que se suspenden las clases en colegios, institutos y universidades hasta el 26 de marzo con el objetivo de contener la extensión del coronavirus en la Comunidad. El anuncio se ha realizado tras la celebración de un Consejo de Gobierno extraordinario y a la espera de que el Consejo de Ministros apruebe hoy un real decreto ley que pondrá al conjunto del país durante 15 días en estado de alarma con el fin de permitir al Ejecutivo la adopción de medidas “excepcionales” para hacer frente a la “emergencia sanitaria” causada por el coronavirus.
El cierre de centros educativos deja en sus casas a unos 24.000 alumnos de colegios e institutos de la provincia de Segovia, que se suman a los estudiantes de enseñanzas superiores que en la mayoría de los casos tenían desde hace días la opción de seguir las clases online. Entre los universitarios de Segovia hay en las últimas horas un continuo ir y venir. Muchos alumnos de los campus de Segovia que proceden de otras provincias o países han cogido sus maletas para ir a sus casas, mientras los segovianos que estudian fueran hacen lo imposible para regresar. La peor parte la llevan los que se encuentran con becas en el extranjero y temen el cierre de los aeropuertos españoles.
Inquietud en Torrecaballeros
A la inquietud que genera la reorganización de la vida familiar con los niños en casa, se suma la proliferación de mensajes en las redes sociales indicando que se han registrado casos de coronavirus en comunidades escolares. Una situación que ayer se vivía entre las familias de alumnos del Colegio de Educación Infantil y Primaria ‘Marqués de Lozoya’, de Torrecaballeros. Distintas fuentes indican a esta redacción que entre el personal del centro se ha registrado un caso de coronavirus, si bien los mensajes de wassap inflaban este dato a la espera de confirmación oficial.
Además de cerrar los centros docentes durante al menos quince días, la Junta ha echado la llave a las residencias universitarias y las juveniles. Se ha extendido a toda la Comunidad que no se use el transporte público y se ha pedido al gobierno que se suspenda el transporte colectivo entre Castilla y León y las autonomías con mayor riesgo como Madrid y País Vasco.
Las medidas anunciadas por Fernández Mañueco, que cuentan con el respaldo de los grupos parlamentarios, incluyen recomendaciones como la limitación de la actividad y la no apertura de cualesquiera establecimientos comerciales y de ocio, a excepción de los dedicados a suministros médicos, farmacéuticos, alimentos o bienes esenciales. También ha recomendado a todas las personas que reduzcan su movilidad y eviten acudir a cualquier espacio abierto o cerrado en el que puedan producirse concentraciones de personas que no permitan respetar las recomendaciones sanitarias sobre las distancias interpersonales para evitar el contagio
Por el momento se trata de una recomendación a la espera de que se autorice hoy el estado de alarma, según ha explicado en una rueda de prensa sin periodistas, ya que los medios han seguido vía en línea la intervención.
Las familias piden ayudas
La Federación de Madres y Padres de alumnado de centros públicos (Fedampa) ‘Antonio Machado’ ha manifestado su apoyo a la decisión de suspender las clases así como a todas las medidas adoptadas para proteger la salud pública, si bien pide ayuda para las familias que se preguntan con preocupación cómo “vamos a poder atender a nuestros hijos mientras continuamos trabajando”. Así lo indica la Fedampa en un comunicado en el que las familias piden a la Administración que “promueva ayudas para afrontar esta situación con nuestros hijos en casa, ya sea ayudas económicas para contratar a cuidadores o instando a las empresas a que faciliten la flexibilización de turnos y horarios así como la organización del trabajo para poder hacerlo en lo posible de manera remota desde casa (“teletrabajo”)”.
“La conciliación familiar es un tema muy complejo en el día a día, cuanto más en una situación sobrevenida en la que, de entrada, no contamos con apoyos extra”, señala la federación que agrupa a 76 asociaciones de la provincia y representa a 5.500 familias.
“Mal asunto —dice la federación— que los niños, que al parecer son los menos afectados pero sí podrían ser importantes transmisores, tengan que quedarse con los abuelos, precisamente población altamente vulnerable”.
