El pasado 4 de marzo, Eloísa Martín, natural de Coca y estudiante del Ciclo de Grado Superior en Enseñanza y Animación Sociodeportiva (TSEAS) antiguamente denominado Grado Superior en Animación de Actividades Físicas y Deportivas (TAFAD) en el IES La Albuera, tomó un avión, desde Madrid con destino Génova (Italia). El motivo de su viaje no era otro que realizar las prácticas presenciales formativas en un gimnasio de la ciudad italiana a través de un programa de movilidad Erasmus+, de tres meses de duración, exactamente hasta el 31 de mayo.
No sabía cuál era la situación que se iba a encontrar a su llegada a Italia. El viaje fue mejor de lo esperado, ya que ella nunca había viajado sola y además tenía que hacer escala en París, pero eso no supuso ningún problema. Los tres primeros días, mientras encontraba un piso donde quedarse a vivir en los tres meses de estancia, se alojó en un hotel. Pero pronto encontró una habitación en una casa con una familia italiana con la que, a día de hoy, comparte residencia.
El gimnasio donde ella comenzó sus prácticas formativas no tenía muy claro cómo iba a avanzar la situación en el país, en un principio no creían que fuese a ser necesario el confinamiento con consiguiente cierre de establecimientos. El día 9 de marzo, el gimnasio ya redujo su aforo a tan solo 20 usuarios, 10 chicos y 10 chicas y Eloísa y los demás monitores, debían de explicarles la situación por el Coronavirus, así como unas pautas de higiene a llevar a cabo para poder acceder a las instalaciones pero al día siguiente el gimnasio ya cerró por completo. La joven no sabe cómo afectará esto a su futuro académico, ni si tendrá que realizar las prácticas más adelante para conseguir el título académico.
Poco a poco la situación va mejorando en Italia y algunos comercios como quioscos o librerías ya han abierto al público y , se estima, que el día 3 de mayo se empiece a volver poco a poco a la normalidad siguiendo una serie de restricciones.
La caucense está llevando el confinamiento de la mejor manera posible, aunque echa mucho de menos a su familia y la incertidumbre de no saber exactamente cuándo podrá regresar con ellos es más que evidente. Como punto positivo a todo esto está el que ha congeniado muy bien con su familia italiana. Hacen todas las comidas juntos, comparen todo tipo de recetas tanto españolas como italianas y ya les ha enseñado como elaborar una tortilla de patatas. Todas las noches juegan a las cartas, Eloísa suele ver películas en italiano con la hija pequeña de la familia y también juegan a la videoconsola. Además, también ha congeniado con los vecinos del bloque y en los días festivos, se reúnen desde los balcones donde celebran juntos la festividad.
Eloísa Martín tiene muchas ganas de regresar a España, ya que echa de menos a su familia y, en especial, a su madre. Está esperando a que la situación se estabilice un poco y el tráfico aéreo vuelva a la normalidad. Intentó regresar cuando comenzó el confinamiento, pero las opciones posibles eran bastante inviables. Una de ellas era la de coger un barco de un día de trayecto hasta Barcelona y, desde allí, buscarse los medios de transportes necesarios para llegar hasta Coca. Otro modo de regresar era tomar un avión desde Milán, pero los medios de transporte para poder llegar allí desde Génova estaban bloqueados, por lo que era casi imposible conseguir llegar, así que descartó, de este modo, las opciones posibles.
Pero cuando todo comience a volver a la normalidad, la caucense podrá regresar a casa con los suyos, donde deberá guardar una cuarentena en casa de al menos 15 días.
