Hace días el presidente del Comité Olímpico Italiano, Giovanni Malagó, hizo entrega en Roma al alcalde de nuestra ciudad, don José Mazarías, de las credenciales como denominación de Ciudad Europea del Deporte 2025. Previamente la Asociación ACES había propuesto a Segovia como candidata, junto a otras ciudades.
Además de tener acceso a una serie de subvenciones comunitarias, se piensa también que el Ayuntamiento segoviano solicite la participación del empresariado; todo ello para mejorar las instalaciones deportivas en la ciudad, creación de nuevas y organizar eventos deportivos. Esta participación sería mediante la fórmula de mecenazgo en un plazo para las aportaciones que va desde el 1 de diciembre hasta el 31 de marzo.
Hasta aquí todo muy bien: se pinta muy bonito y se oye en estéreo. El problema puede ser que, habiendo tantas operaciones que se deben realizar, no se puedan atacar muchas y sigamos suspirando para que surjan milagros; por ejemplo: se hace necesario la renovación de los céspedes del estadio municipal de La Albuera, de la pista polideportiva, de los campos Mariano Chocolate y José Antonio Minguela; un centro de formación física, un módulo cubierto de atletismo, una piscina cubierta apta para competiciones de alto nivel o conseguir traer a la ciudad una etapa de la Vuelta Ciclista a España. Esto es solo una pequeña propuesta de intenciones.
Las cosas son como son y tenemos lo que solo podemos. Ya echaremos cuentas cuando llegue el 2026 para ver el ‘éxito o fracaso’ de ser europeos por un año. De momento les deseo que el 2025, que está más cerca, sean ustedes muy felices.
