Creo que 2022 no ha sido un mal año deportivamente en Segovia, aunque tampoco ha sido excelente. Hay de todo, como en cualquier sitio. Tampoco es el momento de recordarlo y mirar al pasado, sino de mirar al presente. Y el presente nos dice que entramos en 2023. Año mágico, seguro, porque suma 7, un número con mucho simbolismo.
El siete es número bíblico (Dios descansó al séptimo día, setenta veces siete…) y hasta mágico: las siete maravillas del mundo, los colores del arcoíris, las siete notas musicales y Antoine Griezmann. Aunque el mejor siete fue, sin discusión y como su propio apellido indica, George Best, el quinto Beatle que gastó buena parte de su fortuna en coches, mujeres y alcohol, y el resto lo malgastó. Menos mal para él que expresó esta frase en los 80 y no ahora.
Los seguidores del Real Madrid considerarán sacrilegio mi opinión olvidándome (que no lo hago, pero que tampoco están al nivel de los anteriores) de CR7, de Juanito o de Raúl González. Y estarán de acuerdo conmigo que si en el Real Madrid ha habido un número 7 mágico, ese ha sido el inigualable Carmelo Cabrera.
Sea como fuere, y respetando cualquier opinión, el número siete es especial y como el nuevo año suma esa cantidad, aprovéchenlo porque es una oportunidad para vivir un año mágico. De hecho, hasta 2032, y ya seremos un poco más mayores, ningún otro año va a sumar siete. Así que feliz año nuevo para todo el mundo: para los deportistas, para los entrenadores, para los directivos, para los aficionados, sean madridistas, culés o, por supuesto, colchoneros. Para todos, feliz 2023.
