El entrenador del Real Madrid, Zinedine Zidane, se mostró contundente ayer y apeló a “trabajar más que nunca” para salir de un mal momento que no le ha hecho perder la confianza en una plantilla que va a “defender a muerte” y sobre la que no va a “echar mierda cuando hay cosas mal”.
Zidane compareció en rueda de prensa para la previa de la vuelta de octavos de Copa del Rey ante el Numancia, pero lo hizo con más de una hora de retraso, después de iniciar el entrenamiento también de forma más tardía tras reunirse con sus jugadores.
“No te voy a decir lo que hablamos, son charlas como en cualquier equipo y podéis analizarlo como queráis, como un momento de crisis y todo eso. Estamos para buscar soluciones e intentar hacer mejor las cosas. Ha sido un poco más larga, pero nada más”, dijo.
El técnico madridista recalcó que si había mantenido esta charla es porque la consideraba “necesaria”. “No hago una charla por hacerla, cuando nos reunimos es para sacar algo”, zanjó sin dar detalles de lo hablado.
Además, Zidane fue claro respecto a posibles refuerzos. “No voy a fichar a nadie y ya está. Para que sea muy claro, no quiero a nadie”, sentenció preguntado por la necesidad de un delantero tras haber descartado un portero el pasado sábado.
“Soy uno más, sé que pasaré, nadie está por encima del Real Madrid y no voy a echar un pulso ni al club, ni a la afición ni a mi presidente que me ha puesto aquí. Voy a defender a muerte a mi plantilla, creo en lo que hago y voy al final hasta que me cambien”, sentenció Zidane.
