La Gimnástica Segoviana sumó un punto en los Anexos del José Zorrilla en un partido que tuvo dos caras. La primera, la de una batalla desatada, con cuatro goles en apenas cuarenta y cinco minutos y bastantes acercamientos peligrosos al área contraria, mientras que la segunda fue de un pulso repleto de ocasiones en el que nadie consiguió imponerse.
No era una salida cualquiera para la Segoviana. El filial del Valladolid suele presentarse como una prueba exigente para cualquier rival, por la calidad de sus jóvenes futbolistas y por la intensidad que imprimen en cada acción. Pero la intención azulgrana fue la misma que la que mostró ante el Samano. Presión altísima y recuperaciones cercanas al marco rival.
El conjunto azulgrana llegó a sumar en el encuentro más de una decena de remates de cabeza dentro del área de su oponente
Pero, superado un primer momento de agobio visitante, el Promesas mostró sus credenciales. Apenas se habían disputado seis minutos cuando un balón largo desde la derecha encontró un rebote afortunado y una defensa despistada para que Xavi Moreno, con espacio suficiente, superara a Carmona con calidad.
La respuesta gimnástica no se hizo esperar. El equipo adelantó líneas, apretó arriba y convirtió la incomodidad inicial en un vendaval ofensivo. En una recuperación en campo rival, Ayán puso un centro templado al área. Tenas prolongó de cabeza y la salida a por uvas de Álvaro dejó servido el balón a Álex Castro, que no perdonó para devolver la igualdad en el marcador. Había pasado poco más de un cuarto de hora y ya estaba claro que el partido podía acercarse hacia la locura.
Con el empate, la Segoviana mantuvo la presión, pero el Valladolid Promesas no renunció a atacar. De nuevo Xavi Moreno, muy activo, se inventó una diagonal hacia dentro y sacó un disparo que rozó el poste. La respuesta visitante llegó de manera inmediata con un cabezazo de Tenas desviado, pero poco más tarde de nuevo la defensa azulgrana se vio retratada en otro mano a mano de Xavi Moreno ante Carmona que culminó con un disparo cruzado a la madera. El balón se paseó por la línea, sin entrar, hasta que un defensor alejó el peligro.
El golpe y la réplica
Pero el filial blanquivioleta volvió a encontrar premio en el minuto 29. Hugo Sanz filtró un buen pase a César Porras, que se zafó de Morata y batió a Carmona con un remate algo afortunado porque golpeó en un zaguero visitante. El 2-1 reforzó la idea de que el partido estaba abierto en canal, a la espera de nuevas sacudidas. La Segoviana no se rindió y, aunque sin demasiado filo, mantuvo su insistencia.
El descanso parecía llegar con ventaja local, pero en el último minuto apareció la pelota parada, y con ella la fortaleza en el juego aéreo por parte de la Segoviana, que se mostró muy superior a su oponente en este apartado del encuentro, tanto como para poder sumar un punto. Una falta botada por Diego Campo desde la derecha fue rematada en el primer palo por Josep, que mandó el esférico al fondo de la portería para establecer el 2-2. Los siete minutos de añadido no alteraron un primer acto de locura, que dejó la sensación de que cualquier cosa podía pasar en la segunda mitad.
La Sego manda, pero no concreta
El regreso de vestuarios mostró a una Segoviana con más control, más asentada y con la voluntad de volcar el partido a su favor. Durante el primer cuarto de hora del segundo acto, los azulgranas dominaron cada registro, con más posesión y más llegadas. René fue protagonista con dos remates consecutivos que rozaron el gol: el primero, un cabezazo alto tras un córner, y el segundo, un disparo que obligó a Álvaro a despejar a la esquina.
El arreón visitante incluyó un potente disparo de Tenas que, de nuevo, halló la respuesta del guardameta pucelano. No hubo premio para los segovianos en su mejor fase del partido.
El filial responde
El Valladolid Promesas no se dejó someter. En el 63, César Porras obligó a Carmona a intervenir. Cinco minutos más tarde, una jugada elaborada terminó sin remate entre palos, pero recordó que los locales seguían vivos y con recursos para generar peligro.
Conforme se entraba en la recta final, las fuerzas se fueron equilibrando. En el 76, la Gimnástica dispuso de una ocasión clarísima, desbaratada por un defensa pucelano cuando la grada visitante ya cantaba el gol de Borrego. Apenas un minuto después, una contra local conducida por Carvajal se diluyó en su indecisión dentro del área. Y en el 79, un disparo de Neira fue atajado sin problemas por Carmona.
Tras los cuatro goles del primer tiempo, en el segundo hubo prácticamente el mismo número de ocasiones, pero el balón no quiso entrar
Los últimos minutos se convirtieron en un pulso condicionado por el cansancio acumulado. La Segoviana, sostenida por la afición desplazada en buen número hasta Valladolid, volvió a rondar el gol. Borrego remató fuera un centro desde la derecha, y Josep, en el 85, no encontró portería en un cabezazo al segundo palo.
La última ocasión fue para los locales. En el 87, Xavi Moreno centró al área y Koke conectó un remate que encontró la respuesta firme de Carmona. Fue el último susto antes del pitido final con un 2-2 que dejó satisfechas a ambas escuadras en un partido de poder a poder, donde el Promesas mostró su calidad, pero la Segoviana también hizo valer sus armas sobre todo en ataque. En defensa el margen de mejora continúa siendo amplio.
