A partir del 1 de enero de 2026, miles de trabajadores van a poder percibir que su nómina es un poco más baja de lo que debería, un cambio que se debe a la actualización del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), lo cual ya ha sido confirmado por el propio BOE y que deja de ser un rumor para convertirse en una realidad. Este pequeño ajuste supondrá que cada empleado aporte un poco más en sus cotizaciones a la Seguridad Social, pero hay que dejar claro que no se trata de una cantidad inasumible, puesto que estaríamos hablando de apenas unos euros al mes.
Esto quiere decir que, si bien la cantidad final que percibiremos todos los meses será algo más baja, no es debido a un recorte en nuestro salario, sino porque el MEI pasará del 0,6% al 0,9% en las cotizaciones. Estos porcentajes harán que, dependiendo de la base de cotización de cada trabajador, el descuento mensual en su nómina sea de entre 1,8 euros y 3,7 euros, con el fin de asegurar o proteger a las pensiones futuras.
Los cambios que veremos en nuestra nómina a partir del 2026
Como comentábamos, anteriormente el MEI suponía un recargo del 0,6% sobre la base de cotización, pero desde enero de 2026 ese porcentaje subirá al 0,9%, reparto que se realiza entre empresa y trabajador, y en la nómina aparecerá reflejado dentro del apartado de contingencias comunes-MEI, por lo que no habrá que hacer nada, simplemente se descontará de forma automática.
La parte del trabajador subirá del 0,13% al 0,15%, mientras que la empresa asumirá el 0,75% restante, así que el efecto real en la nómina será muy pequeño, aunque suficiente como para que muchas personas noten un ligero descenso respecto al mes anterior. Por ejemplo, quien cotice por la base máxima de 2026, es decir, unos 63.180 euros al año, verá una reducción anual de 94,77 euros; mientras que en nóminas medias, como la de quienes ganan alrededor de 28.000 euros, la bajada será de unos 42 euros anuales, lo que equivaldría a unos céntimos al día.
Cómo evolucionará el descuento en la nómina en los próximos años
Una de las particularidades del MEI es que no se queda «quieto», en otras palabras, el porcentaje seguirá aumentando progresivamente en las nóminas de los trabajadores hasta 2029. Hacienda ya ha adelantado cómo quedarán los próximos escalones:
- 2027: la aportación del trabajador subirá al 0,17% y la de la empresa al 0,83%.
- 2028: el trabajador pasará al 0,18% y la empresa al 0,92%.
- 2029 en adelante: se estabilizará en un 0,20% para el trabajador y un 1% para la empresa.
En todos los casos, la nómina irá aplicando estas subidas automáticamente, sin que la persona tenga que hacer nada más que revisar que todo esté correctamente reflejado.
Es importante recalcar que el MEI no afecta a la futura pensión, es decir, este recargo no se tiene en cuenta para calcular la prestación de jubilación. Su única finalidad es reforzar el sistema para que las prestaciones puedan seguir pagándose dentro de 10, 20 o 30 años, cuando millones de españoles alcancen la edad de retiro.
Por qué este cambio en la nómina no debe preocuparte
Aunque cualquier bajada en la nómina genera cierta intranquilidad, en este caso el impacto económico es mínimo y la finalidad es simplemente para proteger las futuras prestaciones a la jubilación, aunque aquí entra en juego la pregunta de si este mecanismo será suficiente para sostener el sistema de pensiones a largo plazo, aunque para eso habrá que esperar a los próximos años y ver cómo evolucionan las cuentas de la Seguridad Social.
