Demostrado queda una vez más: A efectos de resultados, las pretemporadas no sirven para nada más que para poner nerviosos a los aficionados que de manera lógica desean ver ganar a su equipo hasta en las pachanguitas. La Gimnástica Segoviana, después de una pretemporada pobre en cuanto a marcadores favorables se refiere, pero más que positiva en lo que tiene que ver con la confección del bloque, sumó los primeros tres puntos de la temporada en la Primera RFEF tras ganar en el campo del Amorebieta por un solitario, pero suficiente gol de Davo en la recta final de un partido de poder a poder.
El conjunto azulgrana jugaba su primer partido de liga en uno de los campos posiblemente más complicados del grupo 1 de la Primeras RFEF, pero posiblemente en el mejor momento para hacerlo, porque al igual que la Segoviana necesita un período de adaptación a la categoría recién estrenada desde la Segunda RFEF, el Amorebieta está en la misma tesitura, pero descendiendo de la Segunda División. Que, aunque parezca lo mismo, no es igual.
Así que el equipo de Ramsés Gil quiso mostrar personalidad desde el primer momento ante un oponente llegado del fútbol profesional, y logró un triunfo justísimo porque se mostró en Urritxe como un equipo sólido, firme y valiente.
OTOÑO EN AGOSTO
Comenzó el encuentro y comenzó la lluvia sobre Urritxe, con la Segoviana vestida de blanco en este estreno. El estado del campo no era el ideal, muy húmedo y con tendencia al barro, con los locales buscando a Hervías y sus peligrosos centros al área buscando las referencias de Kaxe y Selma.
Pese a ello movían bien el cuero los de Ramsés, y así a los diez minutos tuvieron la primera gran oportunidad, en un balón largo sobre Borrego, cuyo centro raso y encontró el remate en carrera de Hugo Díaz que atajó Marino cuando se cantaba el 0-1. Poco después rozó el autogol el local Amelibia en una malísima cesión sobre su marco.
La zaga azulgrana hizo muy buen trabajo en el área propia defendiendo los envíos laterales de los locales
Pero a la Segoviana le costaba un poco fijar las marcas, y al cuarto de hora avisó Selma para los locales con un zurdazo defectuoso en la frontal tras una jugada eléctrica de los vizcaínos. Cesaba a ratos la lluvia, (mejor para el césped), pero se mantenía una apuesta sólida y valiente de los segovianos, que llegaron a tener el control en algunas fases del primer periodo, con los locales buscando las entradas por la banda para generar riesgos, exigiendo tanto a Hugo Marcos por un costado como a Rubén por el otro.
Tras varios minutos sin llegadas, Pablo Carmona detuvo con seguridad un tímido intento del local Hervías a los 25 minutos, en una acción aisalada porque los visitantes nunca le perdían la cara al encuentro. Por momentos arreciaba tanto el agua como la lucha en la medular, más cómodo el once local en ese decorado de pugna y balones divididos.
El local Ben Hamed era el faro en el centro del campo de un Amorebieta que tenía más pelota, pero la Segoviana se defendía con mucho orden. En ataque se llegaba hasta los tres cuartos, pero faltaba clarividencia en el último pase, que tampoco favorecía el empapado césped de Urritxe.
SIN OCASIONES CLARAS
El peligro local llegó a la contra a los 38 minutos, pero el recorte hacia adentro en carrera de Íñigo Muñoz lo culminó el extremo derecho con un zurdazo muy defectuoso. Poca claridad en los minutos finales del primer periodo, con un par de golpes que requirieron atenciones pero sin mayor problema, y con un zurdazo de Tellechea a la media vuelta desviado para los de Segovia, que llegaron al descanso con el partido donde querían.
Nada más reanudarse el encuentro, hubo peligro del Amorebieta en la estrategia, con un córner por raso finalizado con chut de Carbonell que se fue fuera por poco. La defensa segoviana salvó después un peligroso centro de Hervías, constatando así la fuerte salida de los vascos.

Pero los de Ramsés pronto mejoraron, tocando y llegando como en una falta al segundo palo donde se estorbaron entre Tellechea y De la Mata, en una clara oportunidad gimnástica. Los visitantes se adueñaban por momentos de la zona ancha pero faltaba algo de peligro, como tampoco faltó la polémica cuando Davo se marchó en velocidad y el central Kortazar despejó finalmente pero después de agarrar en carrera al delantero de los visitantes. El árbitro juzgó que no había sido de intensidad suficiente.
Camacho se mostró como uno de los mejores en el Amorebieta, con un peligroso centro a un cuarto de hora del noventa que no encontró rematador por muy poquito, en uno de los mayores sustos para los de Ramsés Gil en el segundo periodo. Los locales apretaban a medida que pasaban los minutos, con un Hervías incansable en su perfil, pero con muy poquitas ideas en su juego de ataque, con numerosos centros que no encontraban rematador, y prácticamente sin obligar a Carmona a intervenir.
DAVO, PELEA CON PREMIO
En cambio, como los vascos adelantaban líneas, la Gimnástica Segoviana cada vez encontraba más huecos y fue acercándose al marco local. Avisó a los 81 minutos Fer Llorente con un zapatazo lejano que sacó Marino con una manopla apurada al lado del palo, y concluyó Davo al aprovecharse de un claro error del zaguero local al tratar de salir con la pelota jugada en lugar de despejar el envío en largo. El ariete se hizo con la pelota y se fue como una flecha hacia el portal zornotzarra, definiendo con clase ante la salida de Marino con un toque sutil por raso que entró pegadito al palo, desatando la locura en los jugadores, cuerpo técnico y seguidores desplazados a Urritxe, que no fueron pocos.
Los vascos se lanzaron a la desesperada en el añadido buscando la igualada, y el central Kortazar tuvo la mejor en el minuto 95 con un remate de cabeza que se escapó alto. No hubo tiempo para más, y la Gimnástica Segoviana pudo celebrar el estreno perfecto, el estreno ideal, en Primera RFEF, con victoria a domicilio ante un equipo que el pasado curso estaba compitiendo en el fútbol profesional.
