Sonia Martín: «Sin el apoyo de las empresas muchos proyectos serían inviables»

Entrevista a la concejala de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Cuéllar

Sonia Martín cumple en un mes dos años como concejala de Cultura en el Ayuntamiento de Cuéllar, al frente de proyectos de gran envergadura. Quiere destacar el papel imprescindible de la llamada Responsabilidad Social Corporativa de las empresas locales y comarcales a la hora de dar vida a Cuéllar y ofrecer un programa de calidad, novedoso y que genere ilusión entre los vecinos.

—¿Cómo es el proceso que sigue la Concejalía a la hora de elaborar un proyecto y contar con las empresas de la zona?

—Los pasos que sigue Cultura para llevar a cabo grandes proyectos y de gran envergadura económica comienzan partiendo de la base de que los presupuestos del Ayuntamiento llegan hasta donde llegan, y creo que tampoco es bueno que asuma toda la parte; es bueno que se impliquen las empresas y el pueblo. Eso lleva a que los proyectos sean comunes, se involucren y la gente sienta que también es suyo. Ahí garantizas un poco el éxito de cada uno. Proyectos como el de la magia suben de 35.000 euros, por lo que se hace una estrategia. Planteamos un proyecto desde la Concejalía, se desarrolla por escrito la idea, su repercusión, cómo puede afectar a la población y alrededores y cómo se puede compartir con los empresarios. Aquí es donde aparece la Responsabilidad Social Corporativa. Creo que en las zonas rurales, si no fuera por las empresas que colaboran en cada una de las acciones que se hacen, no tendríamos nada, o muy pocas cosas. No hablo solo de grandes empresas, también de pequeñas y medianas. Hay muchas maneras de colaborar, como por ejemplo en lo más cercano que presentaremos, el Festival de Magia e Ilusionismo. Tenemos patrocinadores y colaboradores, y dependiendo de la magnitud de la empresa, apoyan como una acción de la propia entidad, hacen que eso salga adelante en su pueblo. Seguramente, no las revierte nada económicamente, pero es un compromiso con el territorio, ellos saben que gracias a su ayuda se podrán realizar más acciones. Y es vital, necesitamos patrocinadores y colaboradores, en la medida que cada uno pueda. El conjunto de todos ellos hace que la RSC de empresas cuellaranas y comarcales sea ahora mismo muy fuerte y permite hacer proyectos tan importantes y de calidad como los que hacemos ahora mismo en Cuéllar. Sin ellos sería inviable tener espectáculos del nivel que hay.

—El próximo proyecto, el Festival de Magia ¿con cuánta colaboración cuenta?

—Ahora mismo es el que más apoyo necesita, porque hay mucho espectáculo de calle y además, como en todo, quiero que llegue a todos los colectivos: colegios, residencias, FEAPS, Amanecer… Debe llegar a todos y es como la propia RSC de la Concejalía. Cuesta mucho dinero, la gala del Castillo es muy económica para que sea accesible y queremos beneficio para todo el mundo. Esperamos contar con cinco patrocinadores, que aportan 2.500 euros cada uno. Colaboradores esperamos estar en torno a la decena. Gran parte del presupuesto se va a la gente que viene, dietas, pero mucho va a la campaña publicitaria. Cuéllar estará en todos los medios, por ‘Reconciliare', como ya está, y por otras cosas como esta.

—Además del Festival de Magia, ¿en qué otros proyectos ha sido fundamental el apoyo de las empresas?

—Los más importantes han sido la pista de hielo, la magia, y la Feria del Libro, que está creciendo y estamos ampliando mucho, y cuando las cosas se mejoran, es una realidad: necesitas dinero, patrocinadores y colaboradores. Próximamente, el proyecto de San Francisco también será uno de ellos. Necesitan soporte económico y, sobre todo, social. Para mí es importante saber que en esto me respaldan grandes y pequeñas empresas. Eso quiere decir que los proyectos hacen ilusión a cuellaranos y empresarios, entonces creen en tu proyecto, y más cuando son nuevos, como se ha hecho en estos dos años. Aunque después haya que rectificar, cambiar o incluso eliminar, es importante la confianza de los empresarios en la Concejalía de Cultura, algo que agradezco enormemente.

También es muy importante que el ciudadano valore que estas empresas no tienen obligación ninguna de colaborar. Lo que veo es que a veces pensamos que alguien que se anuncia en un cartel lo tiene que hacer siempre, y no tiene por qué; puede hacerlo una vez, puede interesarse por un proyecto, o puede gastarse un dinero en un momento determinado y en otro no. Lo importante es que todos valoremos a cada una de las que se anuncian en carteles, folletos y demás, porque tienen una responsabilidad con el medio rural. No van a venir empresas grandes, nacionales, a dejar el dinero, así que sacamos todo adelante con las locales y comarcales.

—Hay empresas que al no ver una repercusión económica directa no se implican en la RSC ¿Cómo se les explica la importancia de su colaboración?

—Es verdad que te lo encuentras porque realmente algunas no están educadas en la RSC. Una empresa trabaja para obtener un beneficio, es lo lógico, y si inviertes en algo, un proyecto, una campaña, quieres saber en cuánto te va a revertir. Yo diría que, seguramente, todos los anuncios que se ponen, no revierten apenas. Porque veas una panadería en un cartel puede que no vayas más, pero sí irás si ves que a lo largo del tiempo esa empresa tiene un compromiso con su pueblo. Creo que cada vez se valora más el compromiso social con las cosas que se hacen en Cuéllar, más que nada en el pequeño comercio, porque en las grandes empresas hay departamento de marketing y su propia RSC. Hay pequeños empresarios que no lo entienden igual y preguntan cuánto va a repercutir. También tiene que repercutir interiormente, no todo es el dinero. Hay que pensar “yo colaboro en el proyecto de mi pueblo y gracias a mí esto es posible”. Sin la suma de muchos, sería imposible hacer cosas. Valoramos todo, incluso cuando nos dicen que económicamente no se puede colaborar, buscamos medios como el trueque, haciendo el producto, dinero. Lo más importante es la intención de querer colaborar. Una vez que el empresario tiene esa buena fe, luego se ven sus posibilidades y cuál es la vía de ubicarlo. Al final todo da su fruto. Hay gente que no colabora nunca, gente que lo hace siempre… y sin esa gente muchas cosas no se harían, seríamos un pueblo con actividades muy escasas.

— ¿Se ha quedado alguna actividad sin hacer por falta de colaboración?

—No. También es verdad que he intentado limitarme a pocos proyectos buenos y desarrollarlos. Sí que a veces echo en falta otros apoyos, de gente especializada y relacionados con ciertos espectáculos y que a veces falla. Por lo demás, la gente está muy receptiva con los proyectos y todo lo que estamos haciendo. Es verdad que el nivel es medio alto y de ahí para abajo no se traen, para no confundir a la gente, y vamos a seguir en esa línea de trabajo.