Los expertos recomiendan invertir en prevención para minimizar daños en las emergencias

La ‘cultura de prevención’ está lejos de llegar a todas las empresas y pocas cuentan con protocolos de actuación

Dice el refranero popular que ‘más vale prevenir que curar' y esa máxima deberían aplicarse los empresarios para proteger sus negocios. Al menos, así lo aseguran los expertos en seguridad que participaron ayer en la jornada ‘Emergencia en las : ¿Estás preparado?', organizada por la Junta, con el objetivo de dar a conocer los aspectos que se han de tener en cuenta a la hora de plantear y gestionar las medidas de emergencia en una empresa.

Y entre todas ellas, la principal es la prevención. “Ha de haber una buena prevención y lo importante es que la gerencia de la empresa crea en el plan de emergencias y autoprotección y apueste por la prevención, para que no falle y no tener unas consecuencias que no queremos: perdemos vidas, perdemos trabajos… cosas que no nos convienen”, aseguró Joan Pau Esplugas Vidal, director del Área de Seguridad en Instalaciones y Equipos de la mutua de accidentes de trabajo Asepeyo.

En el mismo aspecto insistió Javier Arenal, coordinador de Medio Ambiente y Prevención de Riesgos Laborales de Verescence La Granja, para quien “hay que tener implementado un plan de emergencias, elaborado según la normativa, organizando a los trabajadores y con los medios adecuados y estableciendo protocolos determinados según los riesgos”.

Para que este plan sea efectivo, añadió, hay que tener en cuenta, además de la normativa en vigor, las recomendaciones que realizan las aseguradoras, ya que se basan en la experiencia; y la colaboración institucional con los servicios de emergencia públicos, como los bomberos, ya que en última instancia ellos serán los encargados de ‘salvar' la empresa.

Asimismo, prosiguió, es importante involucrar a los trabajadores en el plan de autoprotección, con una formación continua tanto teórica como práctica, ya que ellos serán los primeros en enfrentarse a la emergencia que se presente y tienen que saber actuar. Los empleados deben conocer los medios de que dispone la empresa y cómo manejarlos; tener clara la cadena de mando para no provocar un caos, etcétera.

Inversión Aunque la teoría la conocen todas las empresas, en la práctica son muchas las que no cuentan con un plan de autoprotección. Según Esplugas Vidal, “hay empresas que desgraciadamente no tienen nada preparado. Cuando vas allí tras un suceso te dicen: ‘yo nunca pensé que me pasaría a mí', ‘yo no estaba preparado', ‘yo no sabía'… La prevención es una cosa que no se ve, pero que ha de estar, porque cuando pasan las cosas todo son lamentos”.

En este sentido, José Luis del Pozo, jefe oficial del Parque de Bomberos de Segovia, ofreció una ponencia dirigida sobre todo a la sensibilización y la ‘cultura de prevención', puesto que “es muy precaria la que tenemos, no solo en Segovia sino en toda España”. Del Pozo expuso casos reales de todas las deficiencias que los bomberos encuentran de normativas, de edificios, de planteamientos, de almacenamiento, de no inversión en los medios preventivos o de inversión en medios que no son adecuados a las necesidades de la empresa, etcétera. “Hay mucho dinero en juego y perdido por los grandes siniestros y no es algo fortuito ni casual”, aseguró.

Y el por qué está, en muchos casos, en el dinero. Si las empresas no están preparadas para afrontar emergencias, dijo el jefe de los Bomberos, es porque “hay desconocimiento técnico y, sobre todo, por el coste económico, que es lo que echa para atrás. La prevención cuesta mucho, es un dinero que no se ve, pero está ahí y ojalá que no se utilice nunca; hay que hacer un mantenimiento, y los mantenimientos son caros; y los medios de prevención también son caros, pero evidentemente cuando tenemos que echar mano de ellos, minimizan los daños y el riesgo es menor, así que las pérdidas también son menores. Pero falta esa cultura de prevención”.

Los medios adecuados Uno de los aspectos que más resaltaron ayer los expertos en seguridad es la necesidad de complementar el plan de autoprotección con los medios adecuados para evitar en la medida de lo posible las emergencias o, en el caso de que ocurran, minimizar los daños.

Para ello, explicó Víctor Osuna Gómez, responsable del Servicio de Prevención propio de Beam Suntory Spain SL, cada empresa debe “identificar sus situaciones de emergencia: incendios, explosiones, derrames, inundaciones…”, ya que en cada caso debe actuarse de una manera. Asimismo, hay que “evaluar los riesgos; realizar controles de ingeniería, para minimizar el factor humano; y tener los espacios ordenados y limpios de manera continua”.

Del mismo modo, hay que tener en cuenta la normativa en materia de seguridad y aplicarla correctamente, aunque “la normativa muchas veces es reactiva, es decir, pasa el accidente y luego sacamos la normativa”, lamentó Esplugas Vidal.

Peligro inminente

La prevención es importante y eso nadie lo duda, pero a pesar de la autoprotección las desgracias ocurren y más a menudo de lo que podría parecer. José Luis del Pozo, jefe oficial del Parque de Bomberos de Segovia, explica que en las tres décadas que lleva ocupando el puesto “he tenido entre 40 y 50 siniestros de gran envergadura. Pero la memoria es frágil, se pierde lo que ha sucedido y no aprendemos de ello”.

Muchos son los casos y muy recientes. El último siniestro empresarial, de hecho, tuvo lugar el pasado jueves en la empresa Hijos de Plácido Hernández, en el polígono El Cerro, de la capital Segoviana. Y hace poco menos de dos meses, el 25 de agosto, un incendio arrasó de madrugada una fábrica de maderas situada en el polígono industrial Buenos Aires, en Valsaín. En este caso, el fuego fue controlado bastante pronto, gracias al trabajo de los Bomberos y los efectivos de la Guardia Civil y Protección Civil, lo que evitó que el incendio se propagara y alcanzara el monte, en pleno Parque Nacional de Guadarrama.

Otro de los casos más recordados por los segovianos es el de la fábrica de embutidos Los Joaquines, situada en Escobar de Polendos, que quedó totalmente calcinada en julio de 2014 a causa de un incendio que se propagó por toda la instalación y mantuvo en jaque a los bomberos durante toda la tarde del día 3.

El fuego se inició sobre las 17.30 horas cuando se pudo escuchar una fuerte detonación a la que siguieron otras explosiones y la aparición de abundante humo negro que era visible desde varios kilómetros de distancia. Trabajadores de empresas cercanas, como la cooperativa Garese, se percataron del incendio debido a esas explosiones que se produjeron. Rápidamente avisaron al Servicio de Emergencias 112 y a los Bomberos de Segovia, con los que al Diputación tiene un convenio para actuar en la provincia. También se alertaron quienes se encontraban en una gasolinera próxima y en la conocida Venta Pinillos.