La marcha verde de Segovia

La caminata de la Asociación contra el Cáncer conquista la participación de 2.800 personas que con su presencia y donativos ayudan a los pacientes y potencian la investigación

La IV Marcha contra el cáncer discurrió ayer por los barrios de Segovia marcando una senda verde de esperanza y confraternidad con las personas y familias que padecen enfermedades oncológicas. Fue una multitudinaria manifestación de solidaridad de los segovianos que, como se comentó durante el recorrido, entienden que “el cáncer nos toca todos” y que la lucha por la prevención y la mejora de los tratamientos desde la investigación es una causa común.

La cuarta edición cumplió las expectativas de la junta provincial de la Asociación Española contra el Cáncer (Aecc), organizadora de esta iniciativa que movilizó a centenares de personas llegadas desde distintos puntos de la geografía segoviana. La organización había preparado 2.800 camisetas verdes para los caminantes y a penas sobraron unas decenas pero, además, muchos participantes renunciaron intencionadamente al regalo, dieron un donativo y caminaron con su vestimenta.

Los 2.800 caminantes completaron el recorrido de cinco kilómetros, aportando cada uno un donativo de siete euros que elevan la recaudación a 20.000 euros, destinados directamente a ayudar a los enfermos oncológicos y a sus familiares, según los primeros datos recogidos por la presidenta de la delegación provincial de la Aecc, Ana Sanjosé Rodríguez.

Antes de cortar la cinta de la salida, la representante de la Aecc, Ana Sanjosé, y la alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, destacaban la siempre fiel implicación de los segovianos con las causas solidarias, agradecían el trabajo de medio centenar de voluntarios que hicieron posible el buen desarrollo de la ‘marcha verde’ y remarcaban la importancia de mantener la financiación para los programas de investigación en el ámbito de la salud.

Ana Sanjosé recordó que la recaudación de las dos marchas anteriores permiten a la Aecc de Segovia entregar el próximo día 22 una beca de 100.000 euros para el desarrollo de un proyecto de investigación sobre tratamientos con inmunoterapia. Sin embargo, las necesidades imperiosas de los enfermos han hecho que la directiva provincial de la Aecc decida destinar las aportaciones recogidas ayer a ampliar los servicios para las personas de esta provincia que sufren cáncer.

Asesoramiento laboral Según Ana Sanjosé cuando el cáncer llega a un hogar “desbarata toda la vida de la familia”, por eso defiende que no solo hay que garantizar la adecuada atención sanitaria, sino también cubrir necesidades económicas, de materiales, de apoyo psicológico, atención de profesionales especializados, asesoramiento en distintos campos, y “nosotros queremos abarcar todas sus necesidades”. Parte de la recaudación de los donativos irá destinada a crear nuevos talleres y, de forma concreta, un servicio de asesoramiento laboral para ayudar a afrontar las situaciones que los trabajadores, y especialmente a los autónomos, encuentran cuando caen enfermos y están en tratamiento.

Los preparativos en el Azoguejo, donde se situó la línea de salida y de llegada, comenzaron a las ocho de la mañana, con la instalación de la infraestructura necesaria. Hacia las diez de la mañana comenzaron a verse riadas de personas que avanzaban desde los barrios de la ciudad magnetizadas hacia el Acueducto. Hubo muchas que llegaron desde los pueblos segovianos, destacando una amplia representación de vecinos de Navas de Oro.

La presencia del sol animó las inscripciones de última hora. Decenas de personas formaron una larga fila ante las mesas puestas junto a Santa Columba hasta que a las diez y media se dio la salida.

Entre saludos y conversaciones, los integrantes de la ola verde marcharon desde la avenida del Acueducto hacia las calles de Santo Domingo de Silos, Puente de Santi Espíritu, San Valentín, la plaza del Socorro y la Ronda de Juan II, para bajar luego desde la entrada del Alcázar por la calle Pozo de las Nieves al paseo de San Juan de la Cruz y la Casa de la Moneda; tras cruzar el puente siguieron por la Alameda del Parral hacia Echarpiedra y Los Vargas, para hacer el último tramo, el que costó un poco más, por Vía Roma y llegar a la Plaza de Artillería. Los primeros en completar el circuito emplearon menos de una hora. Hubo bocadillos para todos en la línea de meta y después sesión de baile activo.