No ha finalizado aún su carrera en IE University y ya tiene firmado un contrato con la firma estadounidense JP Morgan para trabajar en Londres, la ciudad que es actualmente el centro financiero de Europa. Irene Lozoya Perela es una joven segoviana de veintiún años que posee una nota media de sobresaliente en su carrera de Administración de Empresas y cuyo talento ahora mismo se lo disputan las mejores instituciones financieras del mundo.
Hace unos meses, JP Morgan, la tercera institución bancaria de Estados Unidos y uno de los bancos de inversión más importantes a escala internacional, abrió un proceso de selección para realizar prácticas al que concurrieron cerca de dieciocho mil candidatos. Irene fue una de las cuatrocientas personas de todo el mundo que superó unas durísimas y exigentes pruebas, que incluían entrevistas, dinámicas de grupo y presentaciones en público. Irene jugaba con varios factores a su favor: una excelente formación en finanzas y economía, y una alta motivación para el puesto. Así, durante diez semanas, Irene trabajó en la sede en Londres de este banco estadounidense. Su excelente desempeño en aquel momento le ha servido para que ahora JP Morgan le incorpore a su plantilla.
Con unas cualidades intelectuales fuera de lo normal, Irene es una joven convencida de que con esfuerzo y un trabajo constante llegan finalmente las recompensas. Ella comenzará a trabajar en JP Morgan en septiembre, un mes antes se graduará en BBA en IE University, una etapa en su vida de la que guardará un gran recuerdo. Y es que Irene siempre tuvo claro que ser universitario es un privilegio. Para ella, la universidad ha representado una etapa de oportunidades, no solo para adquirir nuevas competencias, también para perfilar su carácter y su personalidad.
Irene recuerda ahora su primer año en IE University: un entorno distinto con las clases totalmente en inglés, nuevos profesores y compañeros de clases, un mayor esfuerzo en los estudios y un grado mayor de responsabilidad. Aunque había estudiado en el IES María Moliner, que ofrece una formación firme en idiomas a todos sus alumnos, IE University era un auténtico desafío, con una comunidad estudiantil que representa a más de un centenar de nacionalidades y con las clases impartidas en inglés.
“A punto de finalizar mis estudios, pienso que no podría haber elegido mejor universidad; estoy muy contenta de haber estudiado en inglés, en un ambiente internacional y multicultural; y en una institución como IE, tan bien valorada en el mundo empresarial”, señala Irene, que disfruta de una de las becas que la Diputación Provincial de Segovia e IE University ofrecen cada año a jóvenes residentes en Segovia.
IE, clave en su progresión Según Irene, “IE me ha ayudado mucho para abrirme paso en el terreno profesional”, y recuerda las prácticas en Madrid en el grupo Arcano, una firma independiente de referencia en asesoramiento financiero, en ONE to ONE Capital, especialista en asesorar fusiones y adquisiciones de empresas, y en J.P. Morgan, el banco donde realizó prácticas en la City de Londres y donde finalmente le han ofrecido un puesto de analista. Además, la joven estudiante segoviana también tuvo la oportunidad de realizar prácticas en el departamento financiero de uno de los más prestigiosos hoteles de cinco estrellas de Mallorca, gracias también a uno de los programa de becas que ofrece el banco Santander.
“Desde el primer momento me puse las pilas en la carrera”, comenta Irene, que añade que “si eres buen estudiante, IE University te ofrece muchas oportunidades para desarrollarte, y yo quería aprovecharlas todas”. Así, Irene también cursó un semestre en el campus de Nueva York de la Universidad de Cornell, una institución académica de educación superior que pertenece a la prestigiosa Ivy League.
Durante su estancia en Estados Unidos, además de asignaturas de finanzas, Irene cursó una materia que realmente le ha marcado positivamente desde el punto de vista académico. En Cornell, asistió a clase de “Women in Management and Entrepreneuship” (Mujeres en Gestión y Emprendimiento), impartida por Michele Williams, una profesora afroamericana muy reconocida en programas para mujeres emprendedoras. “En Nueva York decidí que quería realizar mi trabajo de fin de carrera sobre estos temas”, asegura.
Tras este periodo formativo, Irene quiso trasladar a su ciudad natal, Segovia, la experiencia que había adquirido en Estados Unidos. De esta manera, comenzó a colaborar con la Cámara de Comercio de Segovia en un estudio sobre mujeres emprendedoras. A su vez, esta investigación le iba a servir para su trabajo de fin de grado titulado “Desatar el potencial emprendedor de las mujeres: un estudio sobre la eficacia de los programas de apoyo a las iniciativa empresarial”. Para ello, Irene entrevistó a un numeroso grupo de mujeres que habían lanzado su propia idea de negocio, participantes del Programa de Apoyo Empresarial a Mujeres (PAEM), y constató las dificultades que muchas de ellas tienen para obtener financiación.
Mujeres emprendedoras “Hay pocas mujeres emprendedoras -sostiene Irene-, quizá porque también faltan referencias de mujeres empresarias de éxito, que sirvan de modelo; cuando pensamos en un emprendedor nos viene a la mente Steve Jobs, pero yo no me identifico con él; yo admiro, por ejemplo, a la economista Sheryl Sandberg, la directora operativa de Facebook, que promueve la igualdad en el trabajo”. Irene afirma con rotundidad que es evidente que todavía hay mucho por hacer por la igualdad, “pero algunos de los obstáculos a los que nos enfrentamos las mujeres están en nuestro imaginario, en nuestra cabeza, y hay que luchar contra eso”.
Además de una joven con un prometedor futuro en el mundo de las finanzas, la joven segoviana está interesada participar activamente en labores humanitarias, por ejemplo, en un programa de colaboración que tiene IE University con la ONG “Por la sonrisa de un niño”. Esta organización intenta rescatar de la miseria a niños de Camboya que viven y trabajan en vertederos. En estos basureros llegan a trabajar doce horas diarias a cambio de tan solo un dólar al día.
Su idea es organizar actividades y charlas con empresas para que puedan ayudar a esta ONG y buscar padrinos para estos niños, que sobreviven con el dinero que sacan de revender lo que encuentran en los vertederos. “Creo que esta experiencia me servirá, no solo para aportar mi granito de arena en esta lucha contra la pobreza y la desigualdad, sino también para crecer como persona”, concluye Irene.