El reloj reta a los ramos

El cambio horario y el adelanto en una hora del inicio de la Procesión de las Palmas restó público pero no brillantez al primer acto litúrgico oficial de la Semana Santa segoviana

El enemigo natural de la es el tiempo. La mayor parte de las veces es el tiempo atmosférico el que a través de la lluvia o la nieve impide el lucimiento de las procesiones y actos religiosos de las cofradías, pero en casos muy aislados es el tiempo entendido como magnitud física que permite ordenar la secuencia de los sucesos el que parece ponerse en contra de las previsiones de las cofradías.

Ayer en Segovia, fue esta última variable la que restó público a la procesión litúrgica de las palmas con la que comienzan oficialmente los actos de la Semana Santa. El cada vez más controvertido cambio al horario de verano en la madrugada del domingo, que adelantó una hora los relojes, unido al adelanto del inicio de la procesión en una hora con respecto al programa oficial -que marcaba el inicio de la procesión a las 12 del mediodía- hizo que muchos segovianos se incorporaran tarde a presenciar el paso de «Jesús entrando en Jerusalén»; la escultura de García Moro que desde hace más de medio siglo recorre las calles del centro histórico en tan señalada fecha.

Fuentes próximas a la Junta de Cofradías señalaron que el cambio en la hora del inicio de la procesión fue solicitado desde el obispado, al entender que la hora fijada podría alargar en exceso la celebración litúrgica, prolongándose hasta primera hora de la tarde. Las cofradías accedieron al cambio, aunque el resultado final no fue bien recibido por algunas de ellas, a tenor de los comentarios que ayer podían leerse en las redes sociales vinculadas al mundo cofrade segoviano.

Si bien es cierto que la presencia de público fue sensiblemente menor que en años anteriores, no es menos cierto que esta circunstancia no restó brillantez a la procesión, en la que las cofradías y feligresías de Segovia otorgaron la representación a los niños, que acompañaron a los estandartes cofrades que abrieron el cortejo.

Las cofradías y los feligreses que asistieron a la procesión iniciaron el recorrido desde la iglesia de San Miguel, donde el obispo de Segovia, César Franco Martínez, llevó a cabo la bendición de los ramos y palmas y exhortó a los participantes a celebrar «con la alegría de seguir el ejemplo de Cristo, que no vino al mundo con el poder de la fuerza, y siendo rey, vino a morir como un siervo de todos».

Tras la bendición, la procesión arrancó precedida por la música de la banda de cornetas y tambores de la Cofradía de la Flagelación del Señor del barrio de Nueva Segovia, seguida de los estandartes y representantes de las cofradías segovianas. Tras la imagen de ‘la borriquilla', se situaron el obispo de Segovia acompañado por integrantes del cabildo catedralicio y de la alcaldesa de Segovia, Clara Luquero, acompañada por los maceros y por una amplia representación de la corporación municipal. Además, el presidente de la Diputación, Francisco Vázquez también tomó parte en la procesión en su doble condición de edil y presidente.

La música de la Banda de la Unión Musical Segoviana, dirigida por Francisco Cabanillas, cerraba el cortejo que llevó a cabo el tradicional recorrido por las calles del centro histórico más próximas a la Plaza Mayor. Los turistas que ayer visitaban Segovia tuvieron la oportunidad de convivir «in situ» con la procesión, y las cámaras de fotos y teléfonos móviles dejaron testimonio gráfico de uno de los actos litúrgicos más importantes que se celebran en las calles de Segovia.

La procesión litúrgica culminó en la Catedral, donde la imagen de Jesús entro por la puerta de San Frutos flanqueada por las palmas de los representantes de la cofradía. Una vez dentro, dio comienzo la solemne Eucaristía en la que se dio lectura al relato evangélico de la Pasión de Cristo, leído por el diácono y dos de los sacerdotes concelebrantes.

En su homilía, monseñor Franco destacó la «paradojaa» de la celebración del Domingo de Ramos donde la alegría de recibir en Jerusalén al Hijo de Dios contrasta con el drama del relato de la Pasión. Así, señaló que Cristo «admirado como príncipe de paz muere por su pueblo, y esta entrega de amor hace que nosotros vivamos en eterna gratitud», y por ello pidió a los cristianos que vivan la Semana Santa con «piedad, fervor y gratitud, dejando en nuestras vidas un hueco para acoger a Cristo y darle gracias».

Las marchas cofrades avanzan las celebraciones

Un año más, las bandas de las cofradías y feligresías de la capital sumaron ayer sus fuerzas para ofrecer a los segovianos lo mejor de su repertorio en el ya tradicional encuentro que sirve como pórtico a su participación en los distintos actos religiosos y devocionales que tendrán lugar en los próximos días. Las bandas se concentraron en la avenida de Fernández Ladreda para desfilar por el orden en el que intervendrán en la carrera oficial hasta la Catedral, donde este año tuvo lugar el concierto inaugural de la Semana Santa. Las bandas “Félix Martín” y “El Cirineo” de San Lorenzo y San Andrés, La Flagelación, La Soledad al Pie de la Cruz y el Santo Cristo en su Última Palabra, La Piedad y La Soledad Dolorosa interpretaron tanto en la calle como en el interior de la Catedral algunas de las marchas que estos días acrecentarán el fervor cofrade en las procesiones.