Morata coloca al Real Madrid al borde del abismo

El que fuera jugador blanco abrió la lata de la juventus para acercar la final de Champions Los de Ancelotti necesitan remontar en la vuelta

El Real Madrid perdió en su visita a Turín (2-1) en el partido de ida de las semifinales de la Liga de Campeones y deberá agarrarse al Santiago Bernabéu para seguir creyendo en la ‘undécima’, una conquista que parece muy lejana si los actuales campeones de Europa repiten la versión anoche.

Ni Ramos es mediocentro, ni la Juve era tan ‘joyita’ como decía el sorteo. El flamante campeón de la Serie A mostró más ganas que su rival y pudo haber viajado a España con dos goles de diferencia si Llorente hubiese acertado con el remate en el tiempo añadido. No hubo buen fútbol, apenas ocasiones. La Juve destiló aroma pragmático y el Madrid especuló sin saber hacerlo.

Los blancos desperdiciaron los primeros 20 minutos, minimizados por la presión de los italianos y por el escaso criterio en la construcción. El empeño de Ancelotti en situar a Sergio Ramos en el centro del campo dotó de solidez en la medular, pero el Madrid fue menos Madrid. Los resultados más recientes le dieron la razón al técnico italiano, pero esta vez la apuesta no fue buena.

Los merengues apenas elaboraron en tres cuartos de campo, sufrieron varias pérdidas que pudieron ser decisivas, y entregaron la iniciativa a su rival, más cómodo en la declaración de intenciones y con Pirlo ganando galones.

Tras varios disparos lejanos que asustaron al actual campeón de Europa se gestó el primer gol de la eliminatoria, con un sabor especial. Álvaro Morata, que eligió Turín en lugar de Madrid por la falta de minutos, ajustició a sus ex con un remate solo en el segundo palo. Apenas habían pasado ocho minutos, la Juve tenía más hambre y más ganas.

Sin embargo, y como suele ocurrirle al Madrid, no hizo falta nada más que una posesión larga para equilibrar la balanza. Una buena jugada de James terminó en la cabeza de Cristiano, que colocó el 1-1 en el marcador, su noveno gol esta temporada en ‘Champions’ y la tranquilidad de Ancelotti, que parecía darse por contento. Desde el gol, y el error posterior de James que la estrelló al larguero, la actitud de los madridistas fue bien distinta.

En la segunda parte, y pese a lo que apuntaba el devenir del duelo, el Madrid entregó la iniciativa a su rival y pudo haberle pasado de todo. Un tiro de Marcelo que no acabó la jugada dio opción de contraataque para la Juventus. Tévez se midió en la carrera con Carvajal y terminó sacando lo que quería. El gol de penalti dio ventaja a los juventinos y empequeñeció a un Madrid sin chispa, sin Bale —desaparecido— y sin un centro del campo que estuviese a la altura de un campeón de Europa. El eterno vicio de sustituir a Isco tampoco falló.

De esta forma, y pese a algún intento baldío, el Madrid vio venir la derrota y aceptó el resultado, no sabiendo que Llorente pudo haber hecho llorar a los madridistas en el minuto 93. Un cabezazo del riojano golpeó a Casillas en la cabeza, quien luego atajó el balón, para mal menor de los blancos.